Sueños de tristeza

Poema del caído

El fuego destruye lo que encuentre y el corazón por más que intente, no puede arreglar lo que ya está hecho cenizas, algo en ese estado no puede reparase solo se puede construir de nuevo, queda solamente soñar con el futuro y esperar que nunca más regrese aquel fuego, porque sabes que por muchas defensas que pongas, cuando regrese quedarás de nuevo en el piso, sin nada, pero antes del fuego no existía el antes, ni corazón ni luz de sueños gigantes, por lo tanto aparece la encrucijada, con él no puedes y sin él no eres nada. Las pinceladas de la vida son tan inciertas que el próximo paso puede dártelo todo o quitarte lo poco que te queda, pero cuando no queda más que perder, cuando todo parece estar más oscuro es cuando podemos por fin apreciar las estrellas, no podemos vivir siempre del pasado, no podemos ser aquel soldado que vive en sus antiguas guerras, es momento de luchar las nuevas, de comenzar a hacer sueños. Porque ¿Que es lo que queda cuando comenzamos a ver morir aquello por lo que vivimos? Cuando la magia se empieza a apagar, cuando las luces se empiezan a oscurecer y la única voz que escuchas es la del vacío y repite una y otra vez que te retires, que ya no luches. Bueno en realidad en esos momentos es cuando decimos que tocamos fondo, que ya no queda nada por vivir y entonces solo quedan los sueños, puedes correr y alcanzarlos o quedarte sentado en la oscuridad. Todo esfuerzo tiene su recompensa y buscando sueño yo te encontré, entonces te convertiste en mi fuego y por primera vez entendí que el fuego no solo mata, no solo destruye, sino que también da vida y purifica.