Capitulo 14

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Freundschaft

(Amistad)

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"Hoy", dijo Shiemi, muy consciente de cómo su voz temblaba casi tan fuerte como sus manos cuando metió la llave en la puerta, "¡Voy a hacer más amigos!"

Rin era un muy buen amigo, ¡un buen primer amigo! Pero parecía estar pasando un poco más de tiempo con algunos de los chicos de la clase últimamente. Quería tener algunos amigos así, ¡no quería ser el tagalong que arruinaba el estado de ánimo de todos!

"Voy a saludar a todos", giró la llave en la cerradura, "¡y me esforzaré al máximo! ¡Cuídame, abuela!"

Con esas palabras, Shiemi empujó la puerta para abrirla y entró en el pasillo de la Escuela Cram, el corazón latía con fuerza contra su caja torácica con más fuerza de lo que lo había hecho en casi toda su vida. Mirando por el pasillo, sintió que tartamudeaba cuando vio a Kamiki-san y Paku-san caminando juntos por el pasillo.

Hoy , se dijo a sí misma, apretando el puño sobre su corazón, ¡ hoy es el día!

Dio un paso, luego dos, y luego otro, cada uno más rápido que el anterior. "Él…" Su voz era demasiado suave, así que la levantó. "¡Hola!"

Pero luego su pie se torció en su prisa y bajó torpemente, dando tumbos con un grito debido a la repentina pérdida de apoyo. Sus mejillas, pensó Shiemi, habrían estallado en llamas si pudieran.

La joven jardinera se incorporó sobre sus manos y rodillas, un susurro 'ay' escapó de sus labios.

Kamiki-san se burló y volvió a mirarla, ¡ella me miró a mí! —Con una sonrisa en su hermoso rostro. "¡Qué torpe!"

Ella me miró , pensó Shiemi, suspirando un poco avergonzada por su propia incapacidad para poner un pie delante del otro sin tropezar cuando Paku-san se detuvo en seco, preocupada.

"¿Estás bien? Lo siento, ella… ¡Izumo!" Paku-san miró entre Shiemi y su amiga, pero siguió adelante cuando Kamiki-san la llamó por su nombre.

Shiemi se miró las manos con la palma hacia abajo en el frío suelo de baldosas y suspiró de nuevo, sintiendo las lágrimas brotar de sus ojos. No puedes ser tan torpe , se reprendió a sí misma, ¡ no si quieres amigos! ¡Tienes que ser increíble!

"¿Shiemi? ¿Qué estás haciendo ahí abajo?"

Los ojos de Rin estaban muy abiertos, brillantes y preocupados mientras se agachaba junto a ella, con los brazos sobre las afiladas esquinas de sus rodillas. Ella sollozó un poco y miró hacia otro lado, la boca temblaba mientras trataba de no llorar.

"Es ... no es nada." Un hipo la traicionó y se tapó los labios con ambas manos.

"Oye", le quitó las manos y las sostuvo entre las suyas. "Oye, está bien. ¿Tus piernas te están dando problemas otra vez? Puedo ir a buscar a Yukio si me necesitas."

Ella negó con la cabeza violentamente, los ojos fijos firmemente en el suelo y las mejillas ardiendo ante la mera idea de que Yuki-chan la viera así.

"Um, supongo que simplemente ... ¿nos dirigiremos a clase primero?"

Vio solo una pizca de rojo en el rostro de su amiga antes de levantar la cabeza para mirar al hablante. Era el compañero de clase con el cabello rosado parado detrás de Rin, una sonrisa fácil en su rostro y su bolso colgando casualmente sobre un hombro. Junto a él estaba el estudiante que había llegado del hospital unas semanas antes, balanceándose en sus muletas con una expresión extraña en su rostro.

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