Cspitulo 14.

1.2K 111 1
                                    

(ALEC)
Desperté con un fuerte dolor en la cabeza y traté de incorporarme, lo logré con bastante dificultad ya que mis Manos y pies estaban encadenados.

A mi lado estaba Jace aún inconsciente, con las mismas caderas que tengo y con barios golpes a la vista.

-Jace.-Le dije tratando de moverlo con mi pie.-Jace despierta.-Le dije otra vez.

Después de varios minutos intentando Jace empezó a reaccionar, intentó incorporarse hasta qué logró sentarse.

-No puedo activar mis runas, creo que nos tiene bajo algún hechizo o algo.-Me dijo con dificultad.

-No sé lo que es, pero no es una Darach normal, por lo que leí no deberían tener este tipo de magia.-Le dije buscando mi estela.

-No la vas a encontrar encanto, yo guarde sus juguetes por un rato.-Dijo la mujer.-Y respondiendo a tu pregunta, las Darach si podemos hacer este tipo de magia, obviamente no todos pueden, pero los más poderosos si.-Dijo sacando unos libros.

-¿Que quieres de nosotros?-Le dije serio.

-Buena pregunta.-Dijo dejando vario objetos en una especie de mesa de piedra.-Ustedes me ayudaran a crear al ser más poderosos del mundo.-Dijo sonriendo.

-Estás loca si piensa que haremos algo así.-Le dijo Jace enojado.

-Oh lindura, claro que lo harán, bueno uno de ustedes será el que me dará más ayuda.-Dijo sacando unos pequeños frascos de una bolsa.-Pero aún no me decido quien de los dos.-Dijo mirándonos fijamente.

-En tus sueños te ayudaremos a hacer daño maldita perra, somos Shadowhunter.-Le dijo Jace furioso tirando de las cadenas.

-No te hagas daño.-Le dije a Jace quien tanto tirar le sangraban las muñecas.-No pienses que haremos algo para lastimar a los mundanos, preferimos morir.-Le dije.

-Veo que tú eres el más sensato, creo que tú serás el elegido.-Me dijo acercándose a mi.-Crearemos algo fascinante.-Dijo acariciando mi cara.

-Sácale las manos de encima, te crees muy fuerte cuando nos tienes encadenados, suéltanos y veremos qué tan fuerte eres.-Le dijo Jace acudiéndose intentando soltarse.

-Eres como un cachorro rabioso.-Le dijo alejándose de mi, ya casi anochece, solo unos minutos más y podremos comenzar.

Camino hacia la piedra y tomó una de las dagas.-Marco, trae a nuestras invitadas, ya es hora de empezar con nuestra fiesta.-Le dijo abriendo un libro.

El tal Marco trajo a seis jóvenes, no mayores de dieciséis o diecisiete años, las niñas temblaban de miedo.

-¿Que harás con ellas?-Déjalas ir.-Le dije tratándose soltarme.

-Me gustaría, pero son necesarias para nuestro sacrificio.-Dijo acercándose a la primera chica.-Como ustedes ya saben los hombres no pueden albergar vida en su interior, los cuerpos no está hechos para eso y por eso necesitamos a nuestras amigas.-Dijo tomando a la chica del pelo y cortándole el cuello, dejando caer la sangre en una especie de fuente de piedra.

-NOOOOO..SUÉLTAME MALDITA..SUÉLTAME.-Dijo Jace tirando más fuerte de sus cadenas.

-No hagas esto-¿Por que no buscas una mujer para eso?-Le dije con rabia.

-Porque no son lo suficientemente fuertes para un ser tan poderoso, ustedes en cambio son muy fuertes, son parabatais y su unión los hace más fuertes que cualquier otro ser.-Dijo repitiendo lo mismo con la otra chica mientras las otras lloraba en silencio ya que tenían sus bocas tapadas.

- ¿Y nos quieres de incubadora maldita enferma?-Le dijo Jace con rabia.

-Exactamente, Bueno el.-Dijo apuntándome.

LUGAR CORRECTO...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora