Capitulo 39.

839 82 3
                                    

(JACE)
La recuperación de Alec fue más rápido de lo que pensábamos y por fin nos pudimos regresar al departamento junto a nuestra pequeña Evolet, si bien al principio no me gustaba mucho el nombre, al saber que significaba "La estrella más brillante" Terminó por convencerme.

-Muy bien pequeña estrella, te quedarás un ratito aquí bien tranquila en tu cuna para poder hacer algo de comer para tu padre, sabes que ha dormido muy mal y tiene que descansar.-Le dije a mi hija quien me miraba con sus hermosos ojitos.-Tenemos que hacer poco ruido pero te seguiré contando como tú papá salvo el mundo.-Le dije y mi pequeña Evolet sonrió.

Acerque la cuna al mesón donde iba a cocinar y saque unas verduras y un poco de pollo para preparar una sopa, Alec si bien se está recuperando bien aun tiene muchos dolores y entre el cuidado de Evolet y sus malestares no ha descansado casi nada.

-Como te contaba, papá tomo muy malas decisiones y muchas veces ignoro lo que papi decía.-Evolet hizo un sonido con su boquita y sonreí al imaginarme que me estaba respondiendo.-Si se, si se, nunca hay que ignorar las cosas que papi dice, te lo digo por experiencia, cuando dice no hagas eso por qué saldrá mal, tienes que ser juiciosa y obedecerle.-Dije cortando las verduras.-Al final pudimos salvar a todos, con ayuda de todos nuestros amigos y aliados y todos por fin estuvimos a salvo.-Dije mirando a mi pequeña que me miraba con atención.-Después pasaron muchas cosas, papá tuvo una novia que terminó siendo una loca y papi tuvo un novio que es un idiota que jura que es uno de esas aves que tienen una cola con muchos colores.-Le dije sonriendo de mi propia ocurrencia.

-Pavo real, así se llaman esas aves que tienen la cola con muchos colores.-Dijo una voz desde la puerta del cuarto.

-¿Hace cuánto nos estás espiando?-Le dije a Alec quien sonreía mientras caminaba hacia la cuna de Evolet.

-Solo unos minutos, creo que llegue al final de la historia, no alcancé a escuchar toda la historia donde tu papá es un súper héroe, cierto cariño.-Dijo tomando a una emocionada bebe quien sonreía al ver a Alec.

-Que pena, suerte para la otra.-Le dije escondiendo una sonrisa.

-Te llamó la cónsul cierto.-Me dijo y asentí. Hace un rato me llamo la cónsul para saber cómo lo haríamos desde ahora, con Alec decidimos que cuando Evolet cumpliera el año regresaríamos al instituto. Al principio no le gustó mucho la idea a la cónsul pero no le quedó más que aceptar.

-Si, quería saber cómo lo haríamos desde ahora, le dije lo que hablamos, al principio no le pareció muy buena idea pero no le quedó más que aceptar, dijo que si pasaba algo teníamos que regresar inmediatamente.-Le dije y suspiro besando la cabeza de nuestra bebé quien estaba casi dormida con su carita escondida en el cuello de Alec.

-Si fuera  por mi no regresaría nunca, no se si sea un buen lugar para Evolet, tengo miedo de que algo le pase.-Dijo angustiado.

-No dejare que eso pase, son lo más importante en mi vida y nadie les hará daño.-Dije regresando a mis verduras.

-Lo se, por eso regresaré.-Dijo acercando más hacia él a la pequeña..

—————-
Las semanas fueron pasando rápidamente y la aventura con un bebé se hizo más intensa, si bien los bebés Nefilim se desarrollan mucho más rápido que un bebé mundano normal, las mañanas y trasnochadas son exactamente iguales. Decidimos dormir los tres en el cuarto de Alec para poder turnarlos con los biberones y pañales de nuestra estrella. Al principio fue un poco raro compartir cama con Alec, más aún después del beso fallido que tuvimos en la clínica y del que jamás volvimos a hablar, pero ahora quedamos tan cansados que con suerte tenemos tiempo de darnos las buenas noches.

-Con eso espero que duerma unas tres horas seguidas.-Dijo Alec acostándose en la cama con gusto.

-Quien iba a pensar que una bebe nos agotaría más que una misión, ni el mejor entrenamiento nos prepara para ser padres.-Le dije y sonrió asintiendo.

-¿Por que me besaste?-Me pregunto de la nada y me atraganté con mi propia saliva, jamás pensé que me preguntaría algo así.

-No lo se, sentí la necesidad de hacerlo, lo siento, no quise incomodarte.-Le dije nervioso, no se por que estoy nervioso pero lo estoy.

-No quise rechazarte, solo no supe cómo reaccionar.-Dijo girándose hacia mi.

Lo mire y tome sus palabras como una clara invitación a intentarlo nuevamente, ni siquiera se por que siento esta necesidad por Alec, no me gustan los hombres, no me siento atraído por ningún hombre, pero con Alec es distinto. Me acerqué lentamente hasta quedar a unos sentimientos de sus labios y antes de rozar mis labios con los de él le dije.

-¿Si ahora intento nuevamente besarte corresponderías?-Dije rozando mis labios con los suyos.

-Inténtalo.-Me dijo en un susurro y no necesite más para lanzarme a su boca.

Le beso comenzó suave, solo labios contra labios pero para mi eso no es un beso, necesito besarlo de verdad y eso haré. Pase mi legua por sus labios pidiendo permiso para entrar y cuando me la dio lo bese como realmente quería besarlo. Recorrí su boca con pasión, con ganas de dejarle clavado mi sabor en el, me separé de su boca y bese su mandíbula y su cuello acariciando lentamente su pecho, sentí una de sus manos apretar mi espalda y detonó algo en mi que no pude controlar. De un rápido movimiento me colé entre sus piernas y sin dejar de besarlo empecé a frotar nuestra erecciones visiblemente erectas, Alec soltó un jadeo cuando hice presión, que aumente más las embestidas, deseé con todas mis fuerzas quitarle ese maldito pantalón de pijama y hundirme por completo en él pero se que es muy pronto, se que no puedo dejarme llevar por la adrenalina, si pasa que sea por que los dos estamos seguros, no por un momento de euforia. Sentí que mi orgasmo se acercó rápidamente y me corrí vergonzosamente rápido y con la ropa puesta. Sentí la respiración de Alec acelerada y su cuerpo un poco tembloroso, sentí una humedad que no era la mía y sonreí al no ser el único que se corrió como adolescente solo frotándose.

-Juro por el Ángel que no duro tan poco.-Le dije y cubrió su boca para no reír fuerte.

-¿Que estamos haciendo?-Me dijo y me dejé caer a un lado.

-No lo se, no se lo que me esta pasando pero quiero averiguarlo.-Le dije tomado su mano.-Quiero intentarlo, solo si tú quieres.-Le dije mirándolo a los ojos.

-No quiero que esto sea un capricho tuyo y después te arrepientas.-Me dijo apartado la mirada.

-Lo que siento no es un capricho, estoy sintiendo cosas que jamás había sentido, menos por un hombre por eso te digo que quiero intentarlo, no te estoy diciendo que nos tiremos de una a la batalla, de a poco pero juntos.-Le dije sonriendo.

-Veamos qué pasa, no quiero que esto salga mal y que afecte a Evolet.-Dijo preocupado.

-Nuestra paternidad es caso a parte, funcione o no funcione Evolet siempre será lo más importante.-Le dije y asintió con una pequeña sonrisa.

-Anda a cambiarte, tenemos que dormir lo poco que nos queda antes del próximo biberón.-Me dijo dándome un pequeño empujón.

-Nooo, no quiero moverme de la cama.-Le dije escondiendo mi cara en la almohada.

-Te tocará a ti el próximo pañal.-Me dijo parándose de la cama caminando rápidamente hacia el baño, sonreí y puse mi brazo tras de mi cabeza, me siento tan feliz en este momento que podría gritarlo al mundo, veremos qué tal nos resulta esto.

Si lo se otro capítulo seguido pero me dieron ganas de escribir y aquí esta, espero les haya gustado, muchos abrazos..

LUGAR CORRECTO...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora