4: Volver A Casa

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 Cuando intentaron pedir explicaciones, los del futuro fueron tragados por una luz, idéntica a la que los llevó a ese tiempo, dejando con las palabras en la boca a más de uno.

 Y allí es donde Sirius cayó en cuenta que el esposo del amor de su vida, como él llamaba a Severus en su mente, era él.

--------1998-----

-¡POR MERLÍN! por fin pudimos traerlos de vuelta- Minerva, la directora de Hogwarts, exclamó al ver a sus amados estudiantes y la pareja de adultos devuelta -¿Están bien?-

 Estuvieron más de dos horas explicándole -los chicos le explicaron en realidad, recibiendo regaños-, solo omitiendo la parte del ataque, ya mucho estrés tenía la señora.

 Y es que en realidad allí estuvieron una semana fuera, cuando para ellos pasó un día. Harry le preguntó a su maestra el porqué las cosas seguían iguales, la post-guerra, las muertes, Sirius. A lo que ella, pacientemente le explicó lo que leyó en el libro donde encontró la manera de traerlos devuelta luego de determinar la causa de su desaparición.

 "El tiempo es raro, Harry, pero lamento decirte que, según los libros que leí, cuando se altera la línea del tiempo, no es que esta cambie desde el punto en el que fue, bueno, cambiado, sino que de esta línea central, salen como ramificaciones, donde el suceso cambia desde el punto de quiebre, lo lamento"

 Harry solo pudo salir corriendo, siendo seguido por su novio Draco. Era mejor dejarlo solo.

-Si me disculpa, Minerva, pero debo irme, tengo que calmar a Sirius- habló Severus por primera vez desde que volvieron, nadie sabía que hacía para calmarlo.


-----------habitación de Severus--------

Luego de zafarse de Minerva, Severus pudo llevar a Sirius a su habitación, donde la cerró y la silenció con hechizos.

 La manera más fácil (y placentera pensaban ambos) de calmar al 100% al Black, era mediante el sexo, que fue hablado luego de enterarse de esa manera tan... divertida, para clamar al mayor y ambos estuvieron de acuerdo con ello.

 Le sacó el bozal y rápidamente sus labios fueron reclamados por el ex-Gryffindor.

 Las ropas de ambos fueron prácticamente arrancadas y sus cuerpos arrojadas a la suave y calentita alfombra que cubría toda su habitación.

 Aunque los movimientos de Sirius eran un poco bruscos, ambos disfrutaban de ello. El de ojos grises besaba y lamía su piel, dejando marcas que serían difíciles de borrar (aunque el pocionista no iba a hacer nada por hacerlas desaparecer) desde su cuello hasta su cadera, sacando pequeños jadeos de parte el ojinegro. 

 Sin previo aviso, Black metió el miembro erecto de su esposo en su boca, causando que este soltara un gemido y tomara sus cabellos entre sus manos, arqueando su espalda por el placer.

 Sirius lamía la polla de su amor, chupando sin pena ni vergüenza, dándole todo el placer que pudiese.

 Aún en el estado eufórico que se encontraba luego del ataque, intentó contenerse lo más que pudo, así que le metió tres dedos a la boca, siendo chupados sensualmente, justo como lo haría su Severus.

-S-irius... mmmh, me vengo cari-iño- jadeó 

 El nombrado sacó el miembro, que chorreaba pre-seminal de la punta, de su boca, recibiendo un gemido de protesta de parte del de abajo.

 Metió los tres dedos de golpe.

 Severus se retorcía un poco, después de tanto sexo su entrada estaba una poco más estirada, aunque eso no quitaba el hermoso ardor que le provocaban esos dedos... como amaba eso.

 Cuando sintió que estaba listo, y para que se le sea más fácil, lo puso de cara al piso alfombrado.

 El lao izquierdo de su rostro estaba pegado a la alfombra, al igual que su pecho, su cadera elevada dejando a la vista su entrada.

-Ábrete Sevy, vamos, muéstrame por donde voy a meter mi dura polla, que sabes que te encanta- el nombrado se estremeció.

 Llevó sus manos hacia su culo, separando sus cachetes, su entrada a la vista.

 El mayor tomó sus muñecas y entró lentamente, sin ningún aviso.

 Las embestidas no tardaron en aparecer y tomar fuerza gracias al impulso por tomar la muñecas que mantenían sus nalgas separadas.

 Severus gemía y jadeaba ruidosamente, sumido en el placer de la entrega mutua. Amaba hacer el amor con él. Luego de 12 años separados, lo hacían cuando y donde podían.

 Estuvieron unas tres o cuatro horas, haciéndolo en toda la habitación.

 Cuando ambos exhaustos y en la cómoda cama doble, terminaron abrazados, con Severus besando perezosamente el pecho desnudo y sudado de su esposo, de vez en cuando soltaba unos suaves gemidos por los dedos que ingresaban en su abierto ano, buscando vaciarlo del semen que había en su interior.

 Honestamente, amaba más esos momentos de mimos que el sexo.


--------ªº--------

 Harry luego se disculpó en la mañana siguiente por haber huido. Aunque cuando se sentó algunos notaron su expresión se molestia. Severus se rio internamente, aún le faltaba práctica si quería disimular el dolor de caderas, aunque él con un esposo como el suyo, aprendió bastante rápido.





-------FIN-------

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