Libro 2 parte siete

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"Luego de haber pasado por una guerra, llena de experiencias desgarradoras pero también raramente agradables, se sigue sin poder descansar, pues algo nuevo de lo que no sabían, comenzaba a despertarse"

L I B R O D O S:
Cristales

Capítulo 7: Te admiro.

La fría mañana se hacía presente en aquel bosque donde se ubicaba el anteriormente llamado campamento juvenil.
Un rubio se comenzaba a levantar de su cama, una vez despierto se dirigió directamente al baño donde se comenzaría a arreglar para comenzar su día.

Luego de darse una rápida ducha se colocó sus prendas inferiores únicamente, después acomodó su pelo a como normalmente lo llevaba, además notó como un poco de barba comenzaba a sobresalir en su rostro, por lo que eliminó aquel bello. Al salir del baño terminó por colocarle su camiseta sin mangas negra y su bata, ahora ya se encontraba listo para irse, dirigiéndose a otra cabaña.

—Muy buenos días a...todos—saludó mientras abría la puerta, pero a primera vista no se encontró con nadie—¿eh?

—Adal, despertaste—se escuchó a su izquierda.

—Opal, al menos tú estás aquí—le dijo mientras se acercaba.

—Buenos días.

—Buenos días—devolvió el saludo Adal—¿dónde están todos?

—Se fueron a hacer diferentes cosas cada quien—respondió el menor mientras apoyaba su codo en una mesa y recargaba su mentón en la palma de su mano.

—¿Cosas?, ¿cómo cuales?—preguntó Adal dentándose a un lado de Opal.

—Bueno, las cosas se han puesto algo tensas desde que fuimos a buscar a Turquesa—mencionó Opal.

—Oh cierto, recuerdo eso.

—Todos se están preparando para cualquier evento, como Mateo y Kaomi—contaba con cierta seriedad—están reforzando la seguridad de todo el campamento y además fueron con la gobernadora para avisarle de lo ocurrido, todo en caso de que a Alf se le ocurra atacar.

—Ya veo, eso hacen esos dos, que mala suerte y justo antes de poder siquiera planear su boda—mencionó Adal.

—Tienes razón...hasta Lilly se prepara para cualquier cosa—decía mientras se recostaba en la mesa—desde temprano salió para entrenar, y mejorar su manejo de su prótesis, quizás deberían de entrenar también.

—Todos se toman esto de diferente manera, pero ¿qué hay de ti?—preguntó el rubio volteando a verlo—imagino que tendrás algunos choques de sentimientos.

—Mmh, quizás, me es difícil tener un sentimiento o reacción clara hacia todo esto—dijo apartando su mirada aún recostado—solo quiero que termine.

—Sé que todo se mejorara—le sonrió.

La escena fue interrumpida repentinamente porque alguien había tocado la puerta de la cabaña, así que Adal fue hacia la entrada encontrándose con una mujer.

—Oh, señorita Jessie.

—Adal, que bueno que te encuentro—dijo la mujer.

ARTIFICIAL #PremiosSubmarino2k23Donde viven las historias. Descúbrelo ahora