ARTIFICIAL #PremiosSubmarino2k23

Libro 3 parte tres

"La vida continua para ellos, pasar por esas experiencias sólo los hicieron más fuertes, pero sin esos poderes quizás todo se complique pues desde hace tanto...que él venía esperando este momento"

L I B R O T R E S:
Realidades.

Capítulo 3: Al fondo del laboratorio.

Anteriormente Opal y los demás habían regresado al subterráneo que alguna vez fue llamado base. Dentro del lugar se dedicaron a encontrar varias cosas que les pertenecían y querían conservar, pero de repente sucedió algo inusual, y es que Opal recibió una carta anónima muy extraña la cual mencionaba que alguien sabía cómo hacer que los poderes del menor regresaran , algo sospechoso pues pedía que el joven fuera solo. Gracias a las insistencias de este, Mateo y Kaomi aceptaron no muy convencidos el que Opal fuera hacía con la persona que escribió esta carta.

Para este entonces habían pasado apenas dos días luego de eso, durante ese tiempo se le habló a Opal sobre todos los cuidados que debe tener estando en un lugar que no conoce y sobre todo con alguien que jamás ha visto. El peli negro partió la tarde anterior, dejando nerviosos a sus amigos que aún se encontraban en el subterráneo.

Ahora podemos observar a dos gemelos que se encontraban en su antiguo taller, una de ellos seguía empacando cosas suyas en una caja, mientras que el otro jugaba con un carrito que podía moverse si girabas de su llave.

—Esto trae muchos recuerdos—decía Harry mientras tomaba el objeto.

—Veo que aun te divierte jugar con el—le dijo su hermana.

—Si, hice este juguete hace años para calmarme mientras estaba la guerra, soy algo cobarde—expresó el chico apenado.

—No digas eso, todos le temen a algo—mencionó Sophie reprochándole.

Luego de esa pequeña conversación ambos siguieron haciendo sus cosas, mientras que Sophie seguía recogiendo cosas suyas, un ruido familiar la sacó de su concentración. Dentro de la caja había algo que sonaba, observó el interior y metió su mano para sacar lo que se oía, al tenerlo en sus manos notó que era uno de sus tantos aparatos que hizo para la guerra.

—Vaya que distraída soy, no vi que esto seguía encendido...¿mhh?—miró el contenido de su pantalla con atención—¿ah?, ¿q-qué es esto?

[...]

Mateo y Kaomi se encontraban en la antigua área de trabajo de este primero, conversaban acerca de su más reciente preocupación.

—Oye, ¿crees que Opal ya haya llegado?—le preguntó Kaomi a su esposo.

—Quién sabe, es hasta el sur del país, sería un viaje largo—mencionó el rubio para después acercarse a la mujer—pero tranquila, yo sé que él podrá hacerlo, quizás debamos confiar un poco más en Opal.

—Mmh, tienes razón—la de rizos recostó su cabeza en el hombro de Mateo—aún así no puedo evitar preocuparme, tú sabes que Opal es...bueno, como nuestro hijo.

—Jeje...si, como nuestro hijo—repitió el tez blanca mientras sonreía inconscientemente.

—K-Kaomi, Mateo, ¿están ahí?—se escuchó detrás de la entrada de la carpa—¿puedo pasar?, es importante.