Libro 1 parte cuatro

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"La tercera guerra mundial explotó hace años, el responsable de provocarla fue el país de Mångata, quien no se detuvo ahí mismo, si no que descubrió cómo podría ganarla..."

L I B R O U N O:
Guerra mundial

Capítulo 4: Encajar.

Anteriormente Mateo y Kaomi descubrieron quien era en verdad Opal gracias a un pequeño enfrentamiento que tuvieron contra el comandante Mark al ser rastreados mediante el cristal del de ojos azules. Aun con todo esto los otros dos dejaron que Opal viniera con ellos.

—Ya que la empalagosa escena terminó, deberíamos de irnos ya—decía Mateo mientras tomaba una especie de comunicador.

—Estoy algo nervioso, nunca he convivido de una manera normal con otros humanos—mencionó Opal.

—Oh no te preocupes, de seguro te irá bien con todos allá—le trato de calmar la de pelo esponjado.

—Me temo que no podrá ser así, por lo menos al principio—dijo el rubio acercándose a ellos.

—¿A qué te refieres?—cuestionó Kaomi.

—Avisé que íbamos para allá, pero también dije que tú venías con nosotros—se refería a Opal—no les vuelve feliz saber que irás.

—Y-Yo, creo que ya lo suponía—decía con decaimiento.

—Lo siento, pero ya debemos irnos—de su bolsillo saco unas llaves que arriba tenían un pequeño botón verde.

Luego de eso Mateo presionó aquel botón, cuando luego de pocos minutos llegaron de manera rápida dos transportes flotantes que Opal apenas reconocía.

—Oh genial, ¿esos son deslizadores?, solo había escuchado de ellos, pero jamás los había visto—mencionó el menor observándolos.

—Son muy rápidos, llegaremos a la capital en poco tiempo—decía mientras se subía a uno—tú te irás junto a Kaomi.

Una vez que la mujer se había subido primero, Opal la siguió con cuidado para luego ya estar montado en el transporte tomando de la cintura a su acompañante.

—Muy bien, hay que irnos.

Luego de que Mateo mencionara eso, ambos conductores avanzaron de manera rápida adentrándose al bosque.
Solo hasta en ese momento Opal se dedicó a apreciar todo lo de su alrededor, como el cielo, las plantas, árboles, etc; nunca había visto la parte bonita del mundo exterior, solo la que derramaba sangre y desesperación, así que se sentía muy pleno, así como confiado.

—Por cierto Kaomi, ¿qué es esa arma que usaste?, jamás la había visto—preguntó el chico.

—Oh, esa es una Nagitana, la uso casi siempre—respondió sin dejar de mirar al frente—de hecho nosotros dos nos especializamos en cierto tipo de armas, Mateo usa solo armas de fuego mientras que yo utilizo las que son de corto alcance.

—Eh~ increíble.

[...]

Después de haber viajado durante una media hora, al fin habían llegado a la capital del país.
A Opal le llamó la atención que esa ciudad estaba mucho mejor cuidada que la anterior, no estaba destrozada o algo así.
Una vez que se adentraron más a la cuidad, se tuvieron que bajar de sus transportes para ir a pie hasta su destino.

ARTIFICIAL #PremiosSubmarino2k23Donde viven las historias. Descúbrelo ahora