Vida y Agonía

35. Debimos

Fernanda

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Estaba recibiendo a los invitados cuando llegó Tyler y lo abracé mientras decía alguna tontería que me hacía reír, cuando nos separamos nos quedamos sonriendo ambos, recordé cuando en aquel bar me empezó a llamar la atención y todo lo que hemos pasado me hace sentir nostálgica hasta que llegó Carlota con Pao y me sentí muy incómoda, pero en un principio nos ignoraba.

Luego me miraba y me sentía nerviosa, hasta que llegó Emiliano y me sorprendí de ver a Antonieta, no podía creerlo, la verdad ella y yo vivimos muchas cosas en la universidad y también muchas personas creyeron que era mi novia, pero muy lejos de la realidad, ella estaba muy enamorada y bueno al tiempo conocí a Josh, cuando nos graduados perdimos totalmente el contacto.

La cara de Carlota era un poema cuando Antonieta dijo lo de novias, sin embargo, todo se volvió más pesado cuando Emiliano se disculpó con Carlota ignorando por completo que mi novio estaba a mi lado, cuando se fueron lo miré sonriendo y él estaba muy serio.

-¿Es ella verdad? – mi sonrisa se esfumó y fruncí el ceño confundida –
- ¿Qué? – pregunté sin entender –
- Es la rubia por la que andas distante conmigo – dijo por fin y tragué saliva –
- No, nada que ver – dije seria y cuando él iba a hablar me salvó un par de invitados y me fui con ellos –

¿Cómo le digo que si? ¿Cómo le digo que siempre estuve enamorada de ella? Y que cuando lo conocí estaba buscando olvidarla, aunque sabiendo que eso no iba a pasar nunca. Un rato después nos avisaron que las novias estaban listas, yo iba a ser la madrina así que me tocaba esperarlas.

Cuando estábamos todos listos llegó Valentina junto a papá y me sentí tan feliz de presenciar esta escena, una de las más importantes de mi vida, una que siempre quise presenciar, papá iba a entregar a mi hermana en su boda, todos nos arreglamos, primero Valentina con papá, luego las damas de honor y luego los padrinos que seriamos un hermano de Irina y yo, para finalmente salir Irina junto a su padre.

La ceremonia se dio con éxito y la novia besó a su nueva esposa, todos aplaudimos eufóricos y llorando, le di el ramo a Irina y caminó junto a su nueva esposa, luego para el brindis y por el baile dejó el ramo en la mesa, un baile después Valentina siempre tan casual.

-¡Y que empiece la fiesta! – gritó haciendo reír a todos –
- ¡Sí! – gritaron la mayoría –

La noche se veía joven y larga, todos salían a bailar y Adrián me ofreció bailar pero necesitaba hacer algo para sentirme en paz conmigo misma, necesitaba terminar todo con Ty, tomé un par de vasos de whisky mientras todos bailaban y me acerqué a Tyler, quién me miró preocupado y me siguió para sentarnos, estábamos en silencio mientras ordenaba mis ideas.

-¿Qué pasa Fernanda? – preguntó poniendo su mano en mi pierna y fue cuando reaccioné –
- Ty yo – dije y tenía un nudo en la garganta – cuando te conocí, yo fui a esa playa con la meta de “olvidar a alguien” – Tyler se tenso – por un año reprimí aquellos sentimientos, pensé que quizá así podía quererte y en un futuro amarte pero – bajé la mirada y me di cuenta que lloraba –
- ¿No me amas? – preguntó aturdido –
- No, nunca podré amar a alguien más – respondí en un hilo de voz – discúlpame, yo pensé que podría lograrlo – dije e intenté agarrar su mano pero fue en vano –

Tyler se levantó y me miró sin creer todo lo que le dije, bajó la mirada aturdido y volvió a subirla viéndome asombrado, suspiró y se dio la vuelta para salir del salón, le seguí hasta que llegamos cerca de la entrada y le pegué un gritó haciendo que se detuviera.