Por amor al arte ✮ jjk, kth

【Cuarto acto】

✮

Eclipse.

Era pasada la media noche y la fiesta había alcanzado el punto más alto. El DJ había sacado su mejor baza y la pista de baile, que en realidad era el escampado terroso, estaba a rebosar de fiesteros y fiesteras que lo estaban dando todo. Más de uno se había desfasado lo suficiente como para acabar vomitando o durmiéndose en algún coche ajeno, otros habían encontrado una buena compañía con la que compartir un par de besos, caricias y, en algunos casos, un revolcón rápido en algún rincón oscuro y apartado.

Y en algún punto de la noche había tenido lugar una pelea de borrachos, en la que Hoseok tuvo que corretear hasta Bonnie para alejarla del meollo. La chica no regresó con él porque no quería acercarse a Jungkook, o así lo interpretó él cuando la vio negar con la cabeza mientras su amigo tiraba de su mano en aquella dirección. Después de aquello no la volvió a ver hasta pasada la media hora.

Bonnie pasó gran parte de la noche deambulando de un lado a otro, pasando un rato agradable con amigos y conocidos que se iba encontrando por allí, ya fueran de la Escuela o de otras circunstancias. No volvió a su grupo de amigos para que Jungkook estuviera tranquilo, aunque, por supuesto, no es como si estuviera evitando acercarse a toda costa. Simplemente había mucha gente con la que se llevaba bien y a la que quería saludar. No volvió a reencontrarse con ellos hasta que coincidieron alrededor de un juego de beber.

De manera natural, Hobi llegó a su lado y pasó un brazo por sus hombros.

—¿Vas a participar? —preguntó cerca de su oído. Hablar en un tono de voz neutro era casi imposible. La música electro rugía, guiando a la gente a bailar con la copa en alto, chocando unos con otros y frotando cuerpos ajenos.

—¡Oh, no! Tengo que conducir después.

—Matt puede llevar la moto. Ya sabes, él nunca bebe.

—En realidad, hoy no me apetece beber mucho.

Hobi la miró con sospecha y ella le sacó la lengua.

A un par de metros, Jungkook charlaba con Namjoon mientras se fumaba un cigarrillo. Curiosamente, ambos se habían llevado bastante bien. Estuvieron hablando sobre sus estudios, trabajos y su rechazo hacia los espacios ruidosos y abarrotados de personas. El rubio descubrió que Namjoon era un licenciado en Lengua y Letras, que había hecho varios cursos de escritura y que iba por su segundo libro, sin publicar. Jungkook se mostró muy curioso y le hizo varias preguntas al respecto. A Namjoon aquello le hizo sentirse halagado, tanto como le llamó la atención que Jungkook tuviera un trasfondo tan humilde y encantador.

El chico le había escuchado de verdad, su interés era genuino, y desde que habían empezado a hablar no había dejado de prestarle su más sincera atención. Él trataba de no tener primeras impresiones sobre la gente, pero Jungkook, en un primer momento, le había parecido un chico indiferente, solitario y apático, pero charlando con él se dio cuenta de que no lo era.

—¿Y qué hay de ti? Siento que solo estoy hablando yo, perdona.

—Descuida. Prefiero escuchar en lugar de hablar.

Namjoon soltó una risita.

—Como Bonnie. Ese es su estilo, aunque intente disimularlo —dijo, mirando hacia una dirección concreta. Jungkook miró por encima del hombro para seguir su mirada y la vio payaseando con Hoseok—. Me da la sensación de que vuestras conversaciones se basarían en un constante: ''¿Qué tal estás? ¿Y tú? ¿Y tú?''. Sin que ninguno de los dos llegase a responder jamás.

—Mm.

Sin dejar de mirarla, le dio una calada al cigarro. Namjoon advirtió su reserva y se fijó en como la miraba. Se batió entre la inquietud y la timidez, sin llegar a una conclusión definitiva. Le hubiera gustado preguntarle o intentar indagar sobre la relación de ambos; si se estaban llevando bien, si tenían una buena convivencia... Pero supo que solo iba a recibir respuestas escuetas. En su lugar, decidió hacer algo más.