Entrenar

1.1K 79 14
                                    

expresiones o acciones-
~~~ de autor a lector~~~
(pensamientos)

-¿Ya empezaste a entrenar?-Preguntó Gakuganji a través de una llamada telefonica.

-Aún no viejo, no molestes con eso-el peliblanco cortó la llamada y lanzó su celular contra la ventana de su habitación con enojo.

Maldición, ese viejo me pone de los nervios...
Ya sé! Me volveré tan fuerte como para cerrarle la boca a ese estúpido viejo y deje de molestarme cada día.

Y así, la vida de Satoru dio un giro de 180° lo que él no sabía, es que había caído en la trampa de Gakuganji, entrenar para ser el mejor hechicero del mundo

Día y noche, Satoru entrenaba duramente, De lunes a miércoles entrenaba las técnicas malditas de su clan, ya que había robado escritos de la escuela de Hechicería sobre como se realizaban.
De miércoles a viernes entrenaba su control de energía maldita y su condición física.
Y de viernes a domingo descansaba, pero tenía que pasar todos esos días expulsando la mayor cantidad de energía maldita al aire y no usar la venda para sus ojos.

El domingo, Satoru le pedía ayuda a endeavor para entrenar el combate, junto a Shoto combatían a Endeavor sin quirks.

Ambos se fortalecieron bastante, pero Satoru quería más, aún no era suficiente...

El día de su graduación de la primaria, le prometió a sus nuevos mejores amigos, Shoto y Momo, que se encontrarían en U.A para ser los mejores Héroes de la próxima generación.

Satoru estaba un poco emocionado por conocer a sus nuevos compañeros de clase, después de todo pasarían 3 años juntos antes de finalmente asistir a U.A.
El peliblanco no pudo estar más equivocado, la mayoría de sus compañeros eran las típicas personas que querían resaltar de la multitud, eso no le molestaba tanto, pero había un estudiante que lo sacaba de sus casillas, Katsuki Bakugo.

Un chico de 1,72 mts de altura, cabello rubio ceniza y ojos de color carmesí con una personalidad explosiva como su quirk, al peliblanco se le hacía insoportable.

El único que le caía bien era un chico peliverde llamado Izuku Midoriya, ojos del mismo color que su pelo y pecas, era bastante tímido por culpa de su acosador Katsuki que siempre lo molestaba y buscaba la forma de hacerlo quedar mal enfrente de toda la clase, todo por el simple echo de que Izuku no poseía un quirk.
Por qué un quirk tenía que dictar tu futuro? Esas cosas no tenían sentido para Satoru.

Pasó un año completo, Satoru esperaba que Izuku se defienda por sí mismo, pero parecía que no tenía la voluntad para hacerlo, después de todo Katsuki se encargó de pisotear su confianza.
Satoru no se quedaría de brazos cruzados en el segundo año, él podía ser arrogante o creído algunas veces, pero jamás molestaría a una buena persona.

Para su buena suerte, desde el primer día de clases pudo hacerle frente a Katsuki, ya que este pudo notar finalmente su existencia.

Cuando salieron de la escuela, siguió a Izuku para poder hablar con él, pero se encontró con que Katsuki lo estaba molestando otra vez en un parque bastante solitario, esto le facilitaba a Katsuki para molestar a Izuku sin que lo interrumpan.
El peliblanco se acercó por detrás de Izuku para que el grupo de Bakugo lo note.

-y tú? Parece que tú también eres un maldito quirkless como Deku.-Habló Katsuki mientras pequeñas explosiones se formaban en sus manos.

-¿Qué dices? No tiene nada de malo ser quirkless, ¿tan débil eres que tienes que meterte con personas sin quirk para complacer a tu complejo de superioridad?

-Estás afirmando que eres quirkless? JAJAJAJA eres tan inútil como el bastardo de Deku!

Izuku estaba observando atentamente a Satoru, él no sabía nada de el porque en el primer año nunca dijo ninguna palabra, mantenía un perfil bajo, y escucharlo decir esas cosas fue reconfortante para el peliverde.

Heroe del InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora