𝑻𝒖 𝒚 𝒚𝒐 [🇵🇪 𝒙 🇺🇦]

Parte 2

—En serio amo a Perú embarazado porque no nos quita clientes y ganamos demasiado, además ya no está de gruñón —comentó la bielorrusa con una sonrisa en sus labios, mientras bebía un poco de vino. —Deberías darnos más sobrinos Ucrania —el mencionado se sobresaltó un poco, con su copa en manos se levantó de su lugar, acomodó su larga cabellera con elegancia y miró fijamente a su hermano —... Que hiciste para que te conceda ese hijo —preguntó con un semblante sombrío y espeluznante.

—Nada, no hice nada, solo... sucedió —respondió ganándose un bufido de los demás europeos y asiáticos que llamaba "hermanos".

—Ajá —rodó sus ojos con molestia balanceando el liquido que tenía su objeto en manos. —Espero que no hayas hecho algo estúpido, hermanito.

—No hice nada estúpido Bielorrusia, aunque sea voy a tener un hijo ¿Tú que le darás a papá? —preguntó levantándose de golpe, la diferencia de altura entre ambos era notable y por supuesto que la europea era más alta e intimidante que él.

—¿Qué le daré? —colocó una pequeña sonrisa arrogante en su rostro y dejó a un lado lo que tenía en sus manos, se agachó a la altura del otro —Tal vez... toda la fortuna de España —al decir eso los demás se sorprendieron, y su asombro no fue desapercibido por la mujer. —¿Qué? —preguntó con burla —No se lo esperaban.

—España nunca te dejar-

—Oh- A que sí Kaz, él está tan embobado conmigo que no podrá darse cuenta cuando le quite todo lo que tiene.

[...]

—¿Cómo estás, hijo?

—Muy bien padre —respondió el bicolor acariciando su vientre.

—Espero no estés comiendo muchos dulces y ni siquiera se te ocurra tomar alcohol. —amenazó con un tono demandante.

—JAJAJA papá... ¿Piensas que soy capaz de herir a mi descendencia? A diferencia de ti, yo si me cuido y amo a mi esposo, espero que mi madre no se entere~ lo que tu ya sabes —soltó una leve risilla que fue tan clara a los oídos del europeo —He escuchado rumores de que estás saliendo con... una de las hijas de URSS.

—... Nunca le faltaría a tu madre.

—A otro perro con ese hueso, anciano, capaz ya se enteró y... te mandé a matar JAJAJA —no aguantó más y se echó a reír muy fuerte, al otro lado de la llamada el español sudaba frío por la idea de que su "querida" esposa lo haya descubierto. —Ay~ no me había reído así desde la muerte de Bolivia.

—Maldito enfermo.

—El que lo dice lo es, idiota —dijo con una sonrisa —bueno padre me tengo que ir, en unos minutos tengo que ver a mi secretario, Bye!

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