Mia.
Nos separamos del beso, y seguimos viendo las estrellas.
—Tenias razón, la vista es increíble— aseguré
—Este lugar es perfecto, y poder compartirlo junto a ti lo hace aún mejor— dijo tomando mi mano.
Llevabamos un año y ocho meses de novios. Y hoy cumplió una de sus tantas promesas.
Una vez me dijo que amaba ver las estrellas en la casa de campo de sus abuelos. Hoy, me trajo hasta aquí.
Conocí a sus abuelos, son dos ancianos tiernos y amorosos. No podía dejar de pensar que quería ser como ellos en un futuro.
Nos podía imaginar a Manuel y a mi, con toda una vida juntos, disfrutando el uno del otro. Tener hijos y nietos. Viéndonos aun con el mismo amor de siempre.Eran nuestras primeras vacaciones completamente a solas, por más que sea solo un fin de semana.
Fue difícil que papá me deje venir, pero acepto. El ama a Manuel.Por más que ya tenga dieciocho años a Franco Colucci le cuesta aceptar que su hija ya no es una niña.
—Siempre soñe con estar así a tu lado— confesé.
Estábamos en la camioneta de su abuelo, era algo vieja pero no perdía su encanto.
La parte de atrás era una caja, donde habíamos colocado varias mantas y almohadones para poder recostarnos.
El lago estaba a unos pocos metros de nosotros, y el lugar estaba iluminado solo por las estrellas y algunas luciérnagas. La brisa de verano mejoraba el ambiente.—Yo también, mi amor—
Desde que nos pusimos de novios nunca nos volvimos a separar. Éramos el uno para el otro, realmente.
Nada ni nadie iba a lograr romper nuestro lazo, nuestra promesa.Ni Francisco, ni Sol, ni siquiera un grupo de idiotas que se ría de nuestras cartas como pasó hace dos años atrás.
Nuestro amor era más fuerte que todo. Podía resistir cualquier tormenta.
Cuando comencé a escribir mis cartas desesperadas jamás pensé que el chico de mis sueños iba a leerlas.
Jamás creí que Manuel Aguirre se enamoraría de mi gracias a unas cuantas palabras de amor, odio, felicidad, tristeza, enojo y desesperación.Nunca pensé que un pedazo de papel me traería al amor de mi vida.
Amaba nuestras citas, nuestros juegos y los planes a futuro.
Disfrutaba las citas dobles con Pablo y Marizza, con quienes también nos habíamos ido de viaje a la playa cuando terminamos la secundaria.
Claro que ellos siguen juntos, si se aman casi tanto como nosotros. Aunque de vez en cuando alguna pelea aparece, siempre encuentran la forma de reconciliarse.
Nunca disfrute tanto mi vida como lo hago ahora. Soy la persona más feliz de la tierra, por fin puedo decir que soy feliz.
Les dije adiós a la Mia negadora,a la enojada, a la deprimente y arrepentida, a la estupida y a la admiradora secreta.
Adiós a la tristeza, a la desesperación, a mis manuales de conquista, a mis planes descabellados y a esconder lo que siento.
Dicen que el primer amor no es el último.
En mi caso, mi primer amor también fue el único. Y lo será para toda la eternidad. Lo presentía.
—Manuel— lo llame
—¿Qué pasa, mi reina?—
—¿Te acordas cuando me dijiste sobre las estrellas binarias?—
—Si ¿que sucede con eso?— preguntó confundido
—¿Qué era lo que se formaba a partir de ellas?—
—Una supernova, la estrella más brillante y hermosa de toda la galaxia— me explicó —¿Por qué lo preguntas?—
Tome su mano y la coloqué en mi vientre.
—Porque hay una estrellita en camino... o un indiecito— dije divertida
—¿Mia, tu dices que...?— preguntó asombrado, sentándose de repente
—Digo que estoy embarazada— chille —Fui al medico dos días antes de nuestro viajecito... esta confirmado, hay una estrellita muy brillante dentro de mi—
—Y será la más perfecta de todas, porque te tiene a ti como mamá— se acercó a mí y me beso con entusiasmo— acabas de hacerme el hombre más feliz de la tierra—
Sonreí al escuchar que utilizaba las mismas palabras que yo.
—Se que somos muy jóvenes y que no estaba en nuestros planes ahora, pero siento que lo podemos hacer bien—
—Todo pasa por algo, y confío que este bebé estará en las mejores manos, no somos perfectos, pero se que lo haremos con mucho amor— acarició mi mejilla
—¿Entonces estas feliz? ¿Todavia me amas?—
—Claro que si, mi amor, si es a tu lado tendría mil estrellitas—
—Es mejor que empecemos por una a la vez, mi papá va a matarte— reí
—No lo había pensado, espero que no, no creo que quiera dejar a su nieto sin padre— dijo asustado
Yo reí y plante un corto beso en sus labios
—Lo entenderá — prometí —¿Sabes que nombre me gustaría?—
—¿Cuál?—
—Candela—
—Me encanta— dio un corto beso en mis labios —¿y si es niño?—
—No lo sé... ¿Candelo?—
Ambos reímos y luego nos quedamos en silencio.
—Te amo, Mia Colucci— soltó de repente
—Te amo, Manuel Aguirre—
Volvió a besarme, con felicidad. Porque a partir de ahora todo iba a cambiar para nosotros.
Ya no éramos dos, sino que ahora somos tres. Manuel Aguirre, yo, y nuestra pequeña estrella.Y así, fuimos felices para siempre.
FIN.
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Respuestas desesperadas
FanficSituaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. Manuel Aguirre decide implementar un plan para ganarse el corazón de su amada luego de notar que ella no tenía ningún interés en salir con él.