Te entregas a manos ajenas, manos sucias y vulgares, pero no importa. . . ya no importa. . . lo que importa es el monto, porque tu precio es el dinero.
𝑁𝑎𝑛𝑎𝑚𝑖 𝐾𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑋 𝑂𝑐 𝑓𝑒𝑚...
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•Dúos de hombres•
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El martes por la mañana Naoya se fue y tú dormiste hasta tarde, a las 12 te levantaste para desayunar después te bañaste y empezaste con tu día. Limpiaste tu casa a más profundidad, sacaste el polvo que había en algunas partes para después ordenar tu ropa. Al terminar y dejando tu departamento limpio y ordenado, te dedicaste a escribir.
Era exactamente un mes desde que enviaste tu borrador de un libro a una editorial, habías escrito una novela juvenil sobre una chica que sufría de esquizofrenia, habían sido tres años de trabajo en ese libro y estaba totalmente orgullosa de él, eran aproximadamente 350 páginas y se suponía que la próxima semana recibirías respuesta.
Tu día martes se basó en: leer, escribir, comer e ir al baño. La noche llegó y el día acabó. Odio día, día miércoles. Miércoles se resumió en: desayuno, ducha, trotar, almuerzo, escribir y cena.
El cuarto día, día jueves y recibías vista, y no una sola visita, si no que a dos visitantes. Eran las cinco de la tarde y estabas leyendo cuando tocaron el timbre de tu casa, frunciste el ceño cerrando el libro, el único que podría venir sin avisar es Itadori pero a esta hora esta trabajando en el local. Caminaste hacia la puerta y miraste por la mirilla, claramente era Itadori pero aún más para tu extrañes no venía solo, detrás de él estaba el serio pero atractivo peli negro que se había ganado el corazón de tu amigo. Sin más abriste la puerta.
