Estoy a punto de entrar al baño, giro el picaporte dando un suspiro antes de entrar, pero sin darme la oportunidad de que pudiera ingresar me topé con ___, que también pensaba en abrir la puerta, llevaba una bata, su cabello estaba mojado y tenía sus productos de baño en la mano.
-Gracias por prestarme tu baño, muy amable – me regaló una sonrisa mientras se dirigía a la puerta.
-No, por nada –le devolví la sonrisa, mis manos temblaban por ansiedad.
-Bueno… adiós –dijo abriendo la maldita puerta.
-Adi… -cerró antes que pudiera acabar, evitando que lograra terminar de hablar.
Me quedé mirando la puerta unos segundos, ahí se fue mi oportunidad de encontrar a alguien que me ayude con mi adicción.
Me puse mis gafas de sol y me dispuse a ir al parque, a una parte apartada debajo de un puente, donde todos los zánganos drogadictos vendían sus productos y yo… bueno, yo iba a comprarlos.- ¿Tienes tripis? –le pregunté a uno.
- Claro que tengo tripis, lemmon 714 –comenzó a sacar las bolsitas de su bolsillo- 5 dólares cada uno
No se puede esperar que renuncie a todo de una sola vez
Saco un fajo de dólares contándolo.
- Me llevaré cinco… no seis –le entregó el dinero- ¿Tienes speed?
¡¿Para qué quieres eso? ¡¿Estás loco?!
- Oye, tengo unas bellezas negras de una farmacia
- O sea, que las fabricaste tú mismo –digo con obviedad.
- O sea que son buenas
No las compres
- Dame tres. Compra compulsiva –saqué dinero.
- Eres británico, ¿No? –preguntó otro acercándose.
- Así es –informé mirándolo mientras se me acercaba junto a uno más.
- ¿No tienes calor con eso? –uno de ellos miró mi abrigo.
- ¿Es verdad que allá la heroína es gratis? –preguntó uno rubio.
- Vamos, no molestes al hombre –dijo el último al que le compré.
- Bueno, no exactamente gratis –estaba calmado, no era el peor lugar en el que he estado.
- Quítate el abrigo viejo, estás sudando –me importa una mierda si está haciendo calor o no.
- ¿Quieres heroína, niño británico? –volvió a decir el rubio- ¿Cocaína? Una mierda buena
- Oye, dije que no lo molestes –lo detuvo el mismo que me defendió hace rato.
- No lo dudo –elevé la píldora tripis- pero ya dejé eso –llevé la pastilla a mi boca comenzando a caminar por el mismo lugar que llegué.
- Oye, necesitas agua con eso –me advirtió uno de ellos.
- Pfff, no soy un novato –presumí.
- Ajá, vuelve mañana –dijo, a lo que sólo levanté mi mano con ego como despedida.
Un viaje en taxi y ya estaba en la capilla funeraria, ¿Estaba listo? Por supuesto que no, carajo.
Entré lo más rápido que pude y me acerqué hasta la recepcionista, hasta ese momento la pastilla no hizo ningún estrago, pero cuando quise avisarle cual cadáver iba a buscar se atoró, me quité los lentes, le pedí un vaso de agua, ya que la píldora la tenía atragantada en mi garganta y no tenía saliva que me ayudara a pasarla, comencé a toser y quedarme sin voz.
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Caminos Cruzados(Patrick Melrose)
FanfictionUna joven aristócrata debe viajar a New York para buscar el cadáver de su madre. Allí se encuentra con un amigo del pasado, Patrick Melrose, que está en la misma situación con su difunto padre. Ambos se ven bien a simple vista, pero no todo es lo qu...