Capitulo: 3

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Entré a duras penas a mi casa, no estaba borracha ni nada por el estilo pero todo estaba a oscuras, busque el interruptor y cuando la casa se iluminó visualicé a mi tía dormida en el sofá.

- Tia - le toque el hombro repetidas veces.

Se despertó de golpe mirando asustada a todos lados.

- ¡oh por Dios! Pensé que te había pasado algo, estaba muy preocupada por ti, no respondías mis llamadas y me estaba volviendo loca.

- me senté a horcadas en el suelo para estar a su altura y puse la voz más dulce que pude - ya estoy aquí, no me pasó nada, el móvil se descargó y no pude contestar.

- no vuelvas a dejar que tu batería muera estaba muy preocupada Gael.

Escuchar aquello me partió el alma, se que no soy la gran cosa y solo le causo problemas, pero aún así ella se la pasa en el hospital haciendo dobles turnos para poder estar bien conmigo ya que no tengo a mas nadie.

- no volverá a pasar, ahora ve a la cama debes estar cansada - le hice saber mientas la ayudaba a ponerse en pie.

- tú también descansa mi niña, mañana tienes clase y no vas a volver a faltar - me beso la coronilla y se encerró en su habitación.

- no lo tenía en mente - murmure para mi misma.

Entré a mi habitación y me tumbé en la cama, puse aquel aparato a cargar, y me fui a duchar.
Al terminar me dispuse a ver todos los mensajes.

~ Mensajes ~

Vane:
¿Que te ha pasado?
Te fuiste cuando la fiesta a penas comenzaba.
Jhon ha estado insoportable porque no te has acostado con el, mañana te espera una grande.

~
Jhon:
No entiendo que mierda te pasa por esa cabeza.
Jhon:
No quiero que estemos peleados.
Jhon:
Deja que hable contigo mañana.
~
Marcos:
Aquí te dejo la dirección y su número.
~
Tía alice:
Hija, ¿donde estás? Ya se que es temprano pero estoy preocupada y no respondes las llamadas, llámame en cuanto leas esto.

Lance aquel aparato en un rincón de la cama y me dormí.

Al día siguiente mi tía se había marchado al trabajo, había preparado el desayuno antes de irse así que solo me dispuse a realizar mi rutina diaria.

Al llegar a la escuela fui directo a mi primera clase del día, fui directamente al fondo del salón.
El viejo llegó puntual como siempre con su cara de amargado y su vestimenta del siglo XX, hablaba sobre un montón de cosas de las cuales solo entendí cuando dijo "buenos días" estaba jodida, pero tampoco me importaba mucho.

Al terminar vane y yo nos fuimos a la cafetería y nos sentamos en la mesa más alejada.

- ¿vas a hablar con Jhon después de todo? - pregunto la rubia mientras observaba detrás de mi.

- no, no estoy de humor como para perder el tiempo con el.

- ¿Y qué harás con el trabajo del viejo asqueroso? - cambio de tema lo cual agradecí.

- lo resolveré hoy, estoy buscándolo desde temprano.
Pero es más fácil encontrar una huella en medio del mar.

- es muy raro, me da mala espina.
No seas tonta pregúntale a marcos y ahórrate la búsqueda.

(...)

Unos minutos después nos encontrábamos en la biblioteca, no fue difícil diferenciarlo del resto. Espere muy paciente a que sintiese el peso de mi mirada y viniera hasta mi, pero él mal nacido no le quitaba un ojo de encima a su asqueroso libro.

- ¡hey tu! - logre que todos fijaran su vista en mi - si, el de los quinientos libros. Ven aquí - el pobre se acerco cagado del miedo.

- hola, buenas tardes - el chico no sabía donde esconderse y me causó gracia.

- sabes que estarás ayudándome ¿no?

- bueno.. si. Acaban de informarme hace un momento - contesto troncándose los dedos.

- ¿y? -

- ¿y que? - preguntó desconcertado .

- a qué hora voy a tu casa, pendejo - abrí los ojos como si fuese lo más obvio.

- hoy no creo sea posible - ya estaba comenzando a molestarme su nerviosismo .

- ¿estás ocupado?

- un poco, si - le dedique la mirada más amenazante que pude - quiero decir no - se apresuró a decir - puedo sacar tiempo.

- genial, ¿hora?

- 5 ¿te parece?

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