Él es como el vino (The Loud House)

9 Ajuste de cuentas parte 2

Luna abrió los ojos lentamente sintiéndose algo mareada, ella estaba amarrada a una silla con sus brazos extendidos en esta con una especie de cadenas no pudiéndose mover y a lado estaba Sam en la misma situación, ella veía alrededor en una habitación pequeña, ella escucho una voz familiar –veo que despertaste.

Luna miro adelante y vio un rostro conocido aquella rubia que vio en la casa de Lincoln junto con Lyra las cuales las miraban con desdén, la roquera dijo –si ya entendí Sam y yo nos vamos de la ciudad nunca volveremos entendimos el mensaje ya por favor, Joan suspiró y dijo –como te dije antes, esa era la última advertencia, y te metiste con mi querido Linky y lo pagaras.

Luna solo dijo -¿eh? Espera ¿tu... de Lincoln? ¿Ese perdedor? Joan se acercó a Luna y le dio tremendo puñetazo en el rostro, el cual sintió hasta su alma escupiendo bastante sangre y unos dientes, no se esperaba que el puñetazo de aquella rubia fuera tan fuerte como el de un luchador profesional.

-Vuelves a insultarlo y te doy otro ¿entendiste? Luna asintió rápidamente con miedo Sam despertó y vio a su esposa con sangre en la boca asustada, Lyra dijo –despertó la otra, sam a diferencia de Luna se veía más aterrada y moviéndose con fuerza, Joan dijo –no te resistas o te ira peor la rubia furiosa dijo -¡¿Quién carajo eres?!

Joan se acercó y dijo –soy su verdugo, se metieron con mi familia y lo van a pagar, por cierto, hablando de familia, señor Toretto podría traerme las herramientas por favor, el hombre dijo preocupado – ¿en serio las usaras? Joan dijo –claro estas dos merecen el peor de los destinos no lo crees Lyra?

La castaña dijo tranquila mirando a Luna -siento que voy a disfrutar esto, Luna suplicando dijo –soy tu madre no debes hacerme esto, Lyra se acercó y la miro directo a los ojos y le dijo –yo no tengo madre, Toretto llego con las herramientas y dijo –hasta aquí llego yo, no me gustan este tipo de cosas, suerte con esto señorita Joan dijo agradecida –muchas gracias señor Toretto puede retirarse, Lyra y yo nos encargamos de aquí si pasa algo tengo a los guardias y las cámaras, el hombre se puso sus lentes y se fue de ahí.

Lyra miro las herramientas y dijo tomando unas pinzas –bien ¿por dónde comenzamos? Joan dijo –mmm las uñas Sam y Luna dijeron a la vez con miedo - ¿Qué? Lyra dijo –con los dedos permanentemente dañados jamás podrán tocar una guitarra, empezaremos con eso, les vamos a quitar todo, y cuando digo todo es todo Sam gritó –¡Ayuda que alguien nos ayude! Joan dijo –no hay salida ni héroes, esta casa esta insonorizada, en fin, pagaran por meterse con la familia Delacroix.

Sin ningún tipo de piedad mientras Sam y Luna estaban inmovilizadas, con unas pinzas les arrancaron las uñas una a una mientras suplicaban piedad las roqueras, hasta que terminaron, el dolor era tal que casi se desmayaban, ambas veían sus manos cubiertas de sangre, Sam estaba molesta furiosa –¡nomas que se equivoquen las voy a matar malditas! Joan dijo con orgullo –ya quisieras.

Tanto Lyra como Joan durante el resto del día se encargaron de causarles todo el dolor físico y psicológico posible, las uñas fue solo el comienzo, a ambas les desgarraron nervios esenciales de sus tobillos, causándoles un gran dolor y desesperación sobre todo porque Lyra les dijo de forma burlona –ahora no podrán pararse jamás, también, pensaron en crear discordia entre ambas.

Joan le dijo a solas –se me ocurrió algo interesante que tal si probamos su amor, Lyra alzo la ceja confundida y dijo -¿Cómo? Joan sonrió y dijo –así como ellas probaron a que extremos estamos dispuestas a llegar por nuestro amor por Lincoln, me pregunto si ellas también lo tienen por la otra.

Después de arrancarle algunos dedos a Sam específicamente el pulgar derecho y su anular, la roquera estaba prácticamente rogando que se detuvieran, mientras Luna cerraba los ojos para no ver.