Veinte

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Hola chico de las malteadas: Iba directo a la heladería, para verte, que masoquista suelo ser algunas veces.

Pero justo en ese momento apareció Dan, de la nada, en la puerta de mí casa, y me dijo que quería que lo acompañara a un lado. Me llevó a una cafetería, y reímos y charlamos.

Con él me sentí como nunca me había sentido contigo. Me sentí libre de expresarme, y nunca tuve nervios de si le agradaría o no. Nunca me preocupé por mi aspecto, y reí a carcajadas como nunca antes lo había hecho.

Ninguna de estas cosas me pasan contigo, Tyler, y realmente no sé si sea bueno.

Atentamente: La de chocolate con doble crema.



El chico de las malteadas; 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora