[9].Nos va a cargar la súper berga.

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Observé de reojo aún respirando con fuerza debido al reciente orgasmo, cómo Mew estaba duro de nuevo.

Esto era además de gracioso, irónico.

Él se acercó a besarme pero yo me alejé.

—¿Qué pasa?—me dice con el ceño fruncido.

—Tú eres heterosexual.—lo miro a los ojos.

Era verdad, jamás en mi vida me había metido con personas así, si me acostaba con alguien era porqué sinceramente pertenecían a la comunidad.

No me gustaba la idea de ser sólo el experimento de los heteros, Mild y los demás siempre me lo habían repetido, los hombres así son los peores, los que no tienen en claro que es lo que quieren, ni lo que les gusta.

Mew no me respondió, pero tomó asiento en la cama.

—Tienes razón, no debería haber venido en primer lugar.—dice y pasa su mano por su nuca.

—Por favor vete.—es lo único que le digo.

—Bien...—se queda algunos minutos más en esa posición.—Solo, solo venía a pedirte perdón por lo que sucedió en el baño ese día... yo estaba demasiado ebrio.

Se levantó y salió, dándome la espalda.

Mew se había disculpado, pero no sobre hoy, y todos los insultos que me habia dedicado.

Escuché la puerta principal ser cerrada.

Sostuve mis manos mirando el suelo por algún tiempo.

Giré y el gran espejo me observaba, plasmaba mi imagen, tenía los labios rojos, estaba despeinado, mi top estaba demasiado arriba, casi daba en mi cuello, mi falda escurridiza, resople y me tire sonre el colchón.

—¿Por qué precisamente tú?

Le dije al aire mientras los recuerdos de Mew acercándome hacía él inundaban mi mente.

¿Por qué me besó?

¿Solamente había sido la excitación del momento?

¿O quizás yo le gustaba en secreto?

Moviendo mi cabeza con negación, esfume las opciones, sobretodo la última, sólo en mis mejores sueños Mew me correspondería.

Las sensaciones permanecían todavía, sentía aún sus labios sobre los míos, sus manos traviesas recorriendo mi cuerpo, sus gestos, sus jadeos.

Me volvía loco, en todos los sentidos, parecía un estúpido sonriendo ladinamente mientras mi dedo suavemente pasaba por mis belfos cosquilleantes.

Otra vez, el calor apoderándose de mi cuerpo, tantas emociones me abrumaban, intente tranquilizarme pero yo era una máquina sexual que se activaba con el mínimo rose y mínimo pensamiento.

—Basta Gulf.—me miré de nuevo en la superficie plateada, me golpeé en la mejilla con algo de fuerza.

Sin más, me levanté y tomé la computadora, él chico abandonado la sesión.

—Tsk.—hice una mueca y la tiré sin mucha fuerza sobre las colchas, que yacían desordenadas.

Retiré mi ropa, y me dirigí a la bañera, la temperatura estaba a mi gusto, mi dedo se hundió hasta la mitad, recorriendo un camino bailarín por todo el agua.

Me introduje, y enseguida marqué a Zee, puse el teléfono en el mesón de cerámica.

—¿Aló?

La voz de Pruk no se demoró ni dos segundos en aparecer.

—Zee...—hablé cayendo al fondo, sólo dejando parte de mi mandíbula al aire.

【 [𝐹𝑒𝑚] 】↠𝑴𝒆𝒘𝒈𝒖𝒍𝒇 !¡♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora