Sex, Drugs, Love & Hate

3. Amelia Rodolf

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— Amelia Rodolf —
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Estoy cansada de necesitar tanto algo que lo odio, a veces odio mi hipocresía que me lleva a hacer cosas de las cuales me niego en un principio pero al final acepto sin ver las cosas negativas simplemente me enfoco en lo positivo aunque apenas nublan las negativas.

Sin embargo, mi mente se conforma, mi cuerpo igual y mi poca voluntad también. Siempre digo que estoy vacía y a la vez llena, soy una persona conformista y a la vez insatisfecha así es Amelia Rodolf.

¿Quién es Amelia Rodolf? Todos los días me hago la misma pregunta y la respondo sin poder convencerme a mi misma

Amelia Rodolf, es una mujer de treinta y dos años, una mala actriz lo tengo que admitir y no veo el problema de que por ser un bellezon como dice los artículos de las grandes revistas de cotilleos y de moda tenga grandes papeles en películas y series, rodeada de personas como ella de hipócrita. En su mundo solo se ve gente plástica de sentimientos y con ello se conforma, me conformo ya que no tengo más remedio y no me gusta salir de mi burbuja con miles de capas de cristal, tengo que admitir que soy frágil y tentada a las tentaciones y es algo que me pone en un peligro constante en mi profesión, pero mi cabeza sabe que moviendo un par de billetes y haciendo un par de llamadas de parte de mi manager eso se esfuma. De esta manera, me contestó y otro día diré otro par de idioteces que me vienen de la cabeza siendo todo ello verdad, porque cada día soy una peor versión de mi o el mundo es aún peor y no es nada importante como sea yo.

Mientras sigo divagando en mi caóticamente, mis dedos siguen haciendo sus dulces y feroces movimientos en mis partes más escondidas, soy más de frotar que de meter y sacar, es mejor y llego antes, y es un trabajo que puedo hacer sin necesidad de un idiota con grandezas de ser los reyes del sexo y finalmente resultan que ni si quiera pueden meterla bien y ni me hacen llegar.

Por ello, me gusta ir a los clubes y ver lo que puede hacer cada individuo, me gusta observar y ver hasta cuándo pueden llegar, aguantar y durar. Lo importante no es la cantidad sino la utilidad y que también piensen en el cuerpo femenino. Y eso es lo que buscaba en un hombre, pero ese factor en un hombre era complicado de encontrar y cuando se encontraba:

1. Su personalidad era un asco, o era la mía que no encajaba.
2. Eran demasiados buenos para mí o demasiados malos para mí.
3. Me dejaban porque era demasiado para ellos.
4. Buscaban ser superior a mí y yo no me arrodilló ante nadie.
5. Eran infieles.

Ni si quiera busco amor, solo respeto mutuo. Sin embargo, resulta tan complicado de encontrar. Respiro con dificultad y tapó mi boca para que no salga ningún gemido he llegado a mi ansiada cúspide del placer, siento palpitaciones en mi sexo y mis piernas están totalmente abiertas y sin fuerzas, estoy complacida de haber llegado a mi límite. Ahora estoy eufórica descanso durante unos pocos minutos.

Nadie se daría cuenta de lo que tan sólo unos minutos estaba haciendo tras vestidores, me miró en el espejo y sonrió, me limpio mis fluidos con la mano y lo meto a mi boca bebiendo mi propio elixir, mi propia vitamina probando me. Cuando terminó, saco una toallita húmeda y limpio los restos a mi alrededor, me subo el tanga blanco y bajo mi falda de tubo gris ahora un poco arrugada, arreglo mi camisa negra, recojo mis tacones negros esparcidos por el suelo y me los pongo colocó mi diminuto bolso en mi hombro mientras retoco un poco mi maquillaje, estoy perfecta antes de salir cojo toda la ropa que no si quiera me he probado y salgo con ella, unas de las dependientas me ven con una sonrisa esperanzadora al parecer soy la única clienta que a entrado a está boutique de lujo, tal vez, si los precios fueran más asequibles habría más gente, pero no lo es, este lugar sólo es asequible a personas como yo con dinero, es una lastima que en los desfiles de vea ropa cómo está y a penas un pequeño número de gente la pueda comprar los desfiles y tiendas como estás a través de su página web donde venden camisas con sus nombres se venden mejor por el simple hecho de que la gente común ahorra durante siglos para poder comprarse ropa fea con nombre de diseñador porque sienten satisfacción poder fanfarroear de lo que se a comprado, es un desastre. Decido pagar por todo, ni si quiera sé cuánto me he gastado, solo saco la tarjeta y pago, me gustó el servicio.