Una pequeña súplica

88 11 8
                                    


Quédate en mi vida, no renuncies a este amor que parecía imposible y sin embargo, se convirtió en realidad; regálame cada célula de tu alma, que yo te entregaré cada suspiro de mi piel.

Quédate por siempre, hazme cumplir cada promesa; permíteme mostrarte que puedo amarte cada día de mi vida, empezando hoy y terminando en la eternidad.

Quédate esta noche, no te marches con el alba. No destruyas el momento ni dejes morir el sentimiento, pues sin tu corazón alejando mis miedos, éstos me devorarán a media madrugada.

Quédate mañana, cuando toda esperanza haya muerto, cuando no me quede nada y el frío cale mis cansadas ansias; píntame una ilusión con los colores del cielo y hazme creer que nunca te perderé.

Quédate hoy por lo menos...  un minuto más y no te muevas por favor, no me rompas este instante que es perfecto, porque es lo único que tengo. 

Letras lésbicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora