Cortos ( Cherik)

fuego

Fuego

Siente un fuego abrazador que lo consume todo en una danza macabra, se extiende desde el laboratorio de su padre y se aferra a los cimientos de la antigua mansión, su cabeza se siente nublada, su garganta se aprieta dolorosamente y el humo ha invadido sus pulmones, sus articulaciones están pesadas y aunque intenté correr no podría moverse, las raíces de las llamas  se abren paso por el lúgubre pasillo, calcinando y a algo en su corazón que no sabía que estaba allí

Oye los gritos de Kurt Marko pero no entiende lo que está diciendo, siempre odio la voz del hombre mayor, pero ahora se esfuerza por distinguir sus oraciones, sus esfuerzos se vuelven lánguidos mientras su mirada se empaña

Todo se vuelve negro

Caín

Caín lo está sujetando, el podría detenerlo, congelarlo en su lugar, matarlo el mismo o hacer que camine hasta un precipicio y se tiré de cabeza

Es el telepata con mayor control en todo el planeta

El grita

No puede

Intenta sacudirse del agarre, intenta patear y huir como el niño cobarde que es

El ya no es un niño

No puede moverse

Tiene miedo

No puede tener miedo

Las voces son demasiadas, hay gente naciendo, gente muriendo, gente pasando hambre y gente comiendo hasta atiborrarse, gente riendo y sus mejillas empapadas de lágrimas, pero no son sus mejillas, no es su dolor, no puede atrapar su dolor, no sus sensaciones

Es demasiado

Su nombre es Charles Xavier, es un telepata, las voces en su cabeza provienen de otras personas, su nombre es Charles Xavier, sirvió en el ejército  Estadounidense, es un mutante, su nombre es Charles Xavier y …

El abrazo de Caín se aprieta

No puede respirar

Caín empieza a sacudirlo casi con suavidad y se prepara para el golpe que nunca viene

Una mente está empujando la suya, al principio pidiendo permiso, finalmente empuja con fuerza, sacudiendo sus paredes telepáticas pero no destruyéndolas

Como si supiera que hacer

Caín no puede hacer eso

—Meine Liebe—  Erik fija sus miradas buscando alguna pista de reconocimiento que llega lo suficientemente tarde que, cuando Charles sale de su estupor, se ha convertido en un seño fruncido de preocupación

El es Charles Xavier, está en una isla, está en Krakoa, está en su casa, en su cama, con el hombre que ama, es un telepata

—Erik …— no sabe si lo que sale de sus labios es una declaración o una pregunta pero la mirada de el maestro del magnetismo se suaviza y envuelve sus brazos alrededor del menor

—Solo fue una pesadilla— Lehnsherr lo calma y empieza a mecerlo en sus brazos, las sábanas que los cubrían pateadas al final de la cama repletas de sudor

No es la primera

No es la última

Charles no sabe si proyecto sus últimos pensamientos o no

Erik aprieta su abrazo