Los Eternos, una raza de alienígenas creados por los Celestiales para defender a los humanos de sus contrapartes, los Desviantes.
Después de estar separados por 500 años se vuelven a reunir para combatir de nuevo con los Desviantes, ya que su líder...
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5000 a.c. Mesopotamia
Abro mis ojos soltando un suspiro, observo un poco desorientada a mi alrededor hasta que en mi mente aparece el porque estoy aqui.
-Ya es hora. -imitando a los demas, me levanto del asiento y camino hasta el circulo dorado detras de mi, le doy la espalda a la pared y siento como una luz dorada se enreda en mi cuerpo, en esta aparece mi armadura, el pantalon era negro con rallas moradas y doradas, en mi cintura caian dos picos de color morado y la armadura que cubria mi pecho era rojo escarlata con rallas entrelazadas doradas y moradas, era la unica de mis compañeros que tenia una capa escarlata que lograba tapar parte de mi cara.
Camino por el lugar hasta el gran ventanal donde se podia apreciar la vista a Terra, con lentitud camino hasta allá posicionándome al lado de un hombre con traje negro con rojo, que tambien observaba la vista.
-Es hermoso, no lo crees. -suelto llamando su atencion, podia sentir su mirada analizandome.
-Lo es. -responde con una pequeña sonrisa.
-Soy Nyssa. -me presento devolviendole la sonrisa con amabilidad.
-Druig. -dice volteando su vista a terra.
Ninguno de los dos sabia en su momento que esa pequeña interracion seria el comienzo de nuestra historia.
Poco a poco cada uno de nosotros dice su nombre y su poder, cuando nos acercamos a terra, Ajak nos da la orden de bajar.
-Suerte. -siento el susurro de Druig a mi lado, lo que me hace sonreírle.
Con mis poderes me teletransporto a Terra protegiendo a un niño que estaba apunto de ser atacado por un desviante, mis dedos bailan haciendo aparecer una energia dorada y morada, con mis manos hago una bola e impulso mis brazos hacia al frente hacia el desviante, los rayos de Ikaris aparecen matando al desviante al instante.
-Nyssa, detras de ti. -me avisa Ikaris, con rapidez doy vuelta y muevo mis manos frente a mi levantando al desviante, le doy una mirada a Ikaris, este asiente entendiendo mi mirada y cuando lo elevo este lo azota con sus rallos matandolo.
Me acerco a Makkari que me observa con una sonrisa.
"Debes enseñarme mas de tus poderes" me dice en señas, rie divertida y asiento
-Cuando quieras Makkari. -le respondo con señas.
Ambas caminamos a nuestros compañeros que bajaban gracias a Phastos, observo los humanos y estos estaban listos para atacar pero Druig levanta su mano, observo como sus ojos brillan en un dorado brillante.
Cada uno de nosotros camina hasta estar cercas dejando que los humanos nos vieran con intriga, Sersi y Ajak se observan por un minuto, hasta que la primera se acerca recojiendo una daga del suelo, convirtiendola en oro, con lentitud se acerca al niño que agarra la daga con una sonrisa.
