Ayudar a tu amigo cuando está en apuros,
es muy varonil.
Caminaba con su, ahora, guardia detrás de él. El guardia tenía su traje completo, ignorando el hecho que no se colocaba el casco en ninguna ocasión.
- Mi príncipe. - Dijeron frente suyo. Alzó la mirada, encontrando la mirada intensa de su dama de compañía. - Su Majestad, la reina, aceptó el permiso para salir.
- ¿En serio?
- Si, mi príncipe. - Contestó acercándose. - Supuestamente es para ver los cultivos de las granjas lejanas.
- Si se entera...
- No se preocupe por eso, mi príncipe. Kirishima y yo somos unas tumbas.
El rubio sonrió levemente, empezando a correr hasta su habitación. Dios, estaba tan emocionado, esto no era algo que su madre aceptará a diario.
- Mi príncipe está emocionado. - Suelta Ashido riendo.
- ¿Por qué?
- Normalmente sale toda la familia real, es raro que el príncipe salga solo. - Contesta. - Pero su majestad, la reina, confía mucho en ti.
- ¿En mi?
- Es el guardia que escogió para su único hijo, debe de ser por algo ¿no?
Eijiro se quedó reflexionando sobre las palabras de la dama de compañía del príncipe. Mina entró a la habitación del príncipe, lista para ayudarlo a vestirse, como se había acostumbrado.
Katsuki estaba casi desnudo, su intimidad era cubierta por unos calzoncillos blancos y unas medias blancas largas hasta dos dedos más arriba de sus rodillas, sujetas por unas correas.
- Su Majestad, ¿Qué planea hacer el día de hoy?
- Pienso estar un rato en los cultivos de las granjas lejanas y después podemos ir un rato al lago Bled. - Contestó pensativo.
- Pero, mi príncipe-
- No importa si el guardia nos ve, es mi palabra contra la mía.
Eijiro estaba afuera del castillo, preparando los caballos que llevarían para llegar a esos lugares. No cree que el príncipe caminará una hora aproximadamente para poder llegar a las granjas, el carruaje real no les permitía llegar demasiado lejos. Momentos después de tener a tres caballos con él, el príncipe de rubia cabellera hizo acto de presencia, con unos pantalones negros un poco más pegados, junto una camisa crema ligeramente abierta por su pecho, con su espada en su cintura y una capa roja más delgada sobre sus hombros. Su dama de compañía tenía otra muda de ropa, una que solo usaba para ocasiones como esta, unos pantalones crema pegados a sus piernas con un diseño de flores nacionales en la base del pantalón, a conjunto de una blusa negra con detalles blancos.
- Su Majestad, ya está listo todo. - Avisa el pelirrojo, haciendo una reverencia.
- Perfecto.
El rubio agarra a su caballo de confianza, a ese pequeño que cuido cuando niño y ahora son inseparables. Se subió al caballo blanco acomodando su despeinado cabello. Ashido también se subió a su caballo, este era uno de color marrón con avanzada edad o mayor experiencia. Eijiro los seguía desde atrás con su fiel amigo, su querido Washing, un caballo de imponente tamaño y un intenso color negro.
Trotaron en los caballos durante tres horas, haciendo pequeñas paradas para poder darle agua a los caballos. En la primera parada es que Eijiro se dio cuenta del pequeño bolso que Mina cargaba consigo, ofreciéndose como un buen caballero a llevarla por ella.
ESTÁS LEYENDO
El guardián del príncipe. [KiriBaku] (Pausada)
RomanceLuchar por tu familia, es algo varonil. Ser buena persona, es algo varonil. Querer algo que no puedes poseer, no es para nada varonil. Un varonil pueblerino decide convertirse en uno de los guardianes del palacio real, enamorándose del príncipe de l...