-¿Por que te fuiste?- preguntaste mientras las lágrimas caía insistentemente por tu rostro.
-Yo no queria-
-¿Por que ?-
-Ella me obligo. Le suplique que no, le rogue que me dejará un rato más. Pero cuando la muerte se ensaña contigo no hay nada que puedas hacer- respondí con un hilo de voz.