Idea 3: MarcoxAce

882 69 39
                                    

ONE SHOT incompleto.

Tengo que corregir mis mañas de dejar las cosas a la mitad.

También tengo que dejar mi costumbre de escribir cosas dolorosas... pero el dolor le da sentimiento a las historias.

_________________

Estresado.

Esa es la mejor palabra para definirme en este momento.

Los tres alborotadores del barco han estado haciendo bromas al azar. Pero cuando el objetivo soy yo repetidamente, ellos en verdad están acabando con mi paciencia.

Haruta y Thatch siempre han sido los más bromistas del barco, pero desde que se unió Ace esos tres han hecho de las suyas.

Como cuando cambiaron el shampoo de Izo por pintura, cuando le escondieron toda la ropa a Raykuyo, cuando tiñeron de rosado el cabello de kingdew y muchas cosas más.

Normalmente se termina con peleas, lo que termina en partes del barco destruidas y más papeleo.

Papeleo para mí.

No se quien de los tres ha estado haciéndome bromas en los últimos días. Bromas referentes a pájaros. Como que pusieron huevos en mi habitación insinuando que yo era capaz de poner huevos, que de alguna manera encontraron en la última isla una avestruz con un mechón rubio y dijeron que era mi hijo ilegítimo, cuando armaron un nido adentro de mi habitación.

No se quien de los tres será, pero si atrapó a alguno lo haré tomar los peores trabajos del barco durante meses.

Incluso a Ace, aunque sea mi novio.

En serio lo amo y espero que él no sea el motivo de mi estrés.

Desde que estamos juntos compartimos habitación,  me encanta que duerma en mi cama, su calidez es una de las cosas que más amo, así como despertar y ver su hermoso rostro. La habitación del segundo comandante sigue siendo de Ace y la usa de vez en cuando pero no para dormir. Siempre dice que le encanta compartir conmigo que estar solo.

Todo el día estuve terminando de gestionar actividades del barco y me sentía cansado, pero con suerte ahora podría finalmente terminar mi papeleo y dormir 8 horas.

Todo se fue por la borda cuando entré a mi habitación y donde se supone estaba mi papeleo casi terminado solo había montón de hojas de papel bañadas en tinta negra.

Le di un golpe en seco al escritorio dejandole un feo hundimiento.

Suficiente.

Salí de mi habitación decidido a saber quien demonios pensó que era una buena idea destrozar mi trabajo que tomó días de desvelos.

Cuando simultáneamente la puerta de la habitación del segundo comandante se abrió, saliendo Ace.

Me dio una pequeña sonrisa y una mirada cautelosa.-¿Marco? ¿Por qué te ves tan molesto?

Estaba dentro de mi propia rabia, no me detuve a ver el rostro de Ace, pero noté la pequeña y casi imperceptible mancha de tinta en su brazo y me sentí furioso.

-¡¿Qué demonios crees que haces?! ¡¿al fin dejaras de molestarme!?

Ace abrió mucho los ojos antes de fruncir el ceño. -¿que diablos te pasa Marco? Solo te pregunte porqué estas tan molesto. No es necesario que me grites.

-¡Tu sabes el porqué!- antes de que Ace pudiera decir algo tomé su brazo y mostré la mancha de tinta.

-¡¿y esto que es entonces?! ACE ODIO QUE SE METAN CON MI PAPELEO

Ace se miraba cada vez más molesto.- yo no he tocado tu estúpido papeleo y si tengo tinta en el brazo es por que no se si lo olvidaste SOY COMANDANTE TAMBIÉN Y TAMBIÉN HAGO PAPELEO.

Elevé incluso más mi voz.- ¡ES DIFICIL RECORDARLO CUANDO ACTUAS COMO UN NIÑO TODO EL TIEMPO! ¡EN VEZ DE SER TU NOVIO QUIZA SERIA MEJOR SER TU NIÑERA! NO ES QUE ASI PUEDAS SER MAS RESPONSABLE Y ACEPTAR TUS ACCIONES Y "BROMAS" ...MADURA.

El silencio permaneció luego de ese arrebato. Sentía que respiraba con cierta dificultad por gritar y fui consciente de mi entorno. Para mi suerte aun no había terminado la cena por lo que no había ningún otro comandante en el pasillo donde están cada una de sus habitaciones. Solo éramos Ace y yo.

Y luego mi cerebro procesó lo que dije y cuando al fin pude desahogar mi rabia con alguien me di cuenta en como estaba Ace.

Tenía la mirada oculta, viendo levemente hacia el piso, su cabello cubría sus ojos. Estaba tenso y sus puños temblaban levemente.

-...Ya veo...

Su voz salió fría y distante. Algo que nunca había escuchado. Incluso cuando intentaba tomar la cabeza de Barbablanca su voz siempre sonaba intensa, con fuego adentro. Justo lo que era Ace.

Antes de que pudiera hablar más y decir algo, cualquier cosa Ace continuó. - No sabia que me mirabas como a un mocoso que aún tenias que cuidar.

Entonces levantó su rostro y lo único que vi fue rabia contenida y un dolor innegable.- si sentías solo la necesidad de cuidar al más nuevo y al más joven te hubieras ahorrado las molestias, pero no te preocupes que eso te lo solucionaré yo.

Entendía a donde iban esas implicaciones. -... Ace...- extendí mi mano para intentar de tocarlo pero la apartó de un manotazo.

-Te libero de tu obligación comandante. Ya no tienes que fingir que me amas, mucho menos ser mi niñera.

Antes de decir algo para intentar arreglar la estupidez que dije en el calor del momento, Ace se transformó en fuego. Y solo pude ver el destello brillante que dejó unos puntos en mi visión y luego nada.

Ace se fue.

Volví a entrar a mi habitación y me dirigí al escritorio para desechar los papeles inservibles sintiendo culpa por la que dije, pero sabiendo que tenía que ponerle fin de algún modo a estas bromas.

Luego hablaría con Ace.

Luego de limpiar el desorden me dispuse a empezar el papeleo de nuevo cuando tocaron a mi puerta. Tres golpes simples.

Abrí y estaban Thatch y Haruta. Ambos con grandes sonrisas.

Antes de preguntar que demonios hacían los dos con sonrisas espeluznantes tocando a mi puerta sacaron un manojo de papeles que habían mantenido ocultos detrás de sus espaldas con sus brazos.

Era mi maldito papeleo.

-¡Es una broma!- Dijo Haruta entusiasmada.

Thatch asintió con la cabeza. - Deberías ver tu cara en estos momentos Marco.

Me sentía aturdido. Ni siquiera molesto porque mi rabia la descargue con Ace.

______________
Tengo una línea de tiempo también ya terminada para esta historia pero recuerdo que me dio flojera continuarla y no la terminé... upsi

Bosquejos e ideas random que pueden o no hacerse. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora