Sacó del bolsillo de sus jeans el celular, busco el estado del clima y observó que se avecinaban dos días de lluvia y tormentas eléctricas, el pequeño monitor de sonido que tenía a su lado le hacía saber que el pequeño seguía dormido, así que decidió empezar abrir algunas de las cajas que tenía en la estancia, para acomodar al otro día todo en las habitaciones
Cuando de repente escuchó unos fuertes golpes en la puerta, ¡¿Quién era a esas horas?! ¿Y por qué tanta impaciencia al tocar la puerta? Pensó que ojalá esos golpes no despertarán al pequeño Stear. Recorrió la estancia y se apresuró a abrir la puerta, al hacerlo el fuerte viento empujó una ráfaga de viento, hizo que varias hojas de los árboles entrarán. El desconocido entró a la casa.
Era un desconocido, no era Michael, como había creído una décima de segundo. Dónde estaba en esos días ¿Quizás en Londres? ¿Japón? ¿Dubai? Tomando un curso de medicina. No lo sabía. Ese hombre no se parecía en nada a Michael, pero en el fondo ella había guardado la esperanza de que Michael cambiará de parecer y la buscará, simplemente cuando ella le contó lo del niño a su novio Mike, como le decía ella, le había dicho que no estaba listo para ser padre y aún le faltaban muchas cosas por vivir antes de adquirir esa responsabilidad, una manera muy sutil de romper una relación de cinco años. Su amiga Annie le había dicho que regresaría arrepentido pidiendo perdón, de eso ya habían pasado seis meses.
Exactamente el cumpleaños del niño en un parque, fatídico día también de la muerte de su cuñado y hermana, aún recordaba la escena de todo preparado para la fiesta y entró esa llamada de la policía recuperando un carro en lago Michigan y después de los laboratorios la Croix. Ella no se extrañó que no llegaran a dormir sabía que ambos estaban doblando turnos y haciendo un esfuerzo sobrehumano para lograr que la vacuna del covid estuviera lista para el verano en los laboratorios que trabajaban, la fiesta era algo muy pequeño solo ella y sus padres Tom con su esposa e hijo. Pero el día se volvió fatídico y trágico totalmente.
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Rápidamente, Candy cerró la puerta observando al joven delante de ella con el cabello alborotado por el viento. El hombre permaneció quieto delante de ella, lo que permitió mirar con detenimiento, sus ojos captaron atención y sin querer hacerlo observó sus labios eran sumamente sensuales. Se negó a sí misma el pensamiento que cruzó por su mente «estas loca» se dijo.
—¿Quién es usted? —Preguntó mientras recuperaba el habla, tragó saliva al mirarlo nuevamente y poder sentir sobre ella esa mirada de ojos azules penetrarte. Es como si la estuviera analizando.
En esos segundos sintió un poco de alivió en el sentido que le atraían otros hombres, ósea que no moriría de amor por el idiota de Michael, el libido se hizo presente haciéndola estremecerse, esa boca le provoco un hormigueo en el vientre.
«¡Estupendo justo lo que necesito, primero mamá, empezar un negocio propio y para colmo esta sensación, mi libido se despierta genial! acaso Stear y Paty me están jugando una broma»
—Lo que me faltaba —esto último lo pronuncio en voz alta.
—Le pido una disculpa señorita —respondió una voz varonil aterciopelada.
Una oleada de tristeza se apoderó de Candy y se le cerró la garganta a punto de las lágrimas, por algún motivo le habría recordado a su difunto cuñado. Ella trató de hacer el esfuerzo de disimular, no le costaba trabajo como doctora en el área de cirugía infantil muchas veces tuvo que dar desgarradoras noticias a padres y tenía que ser fuerte para ellos.
«Eres la mejor siendo fuerte, si es así entonces porque no puedes pronunciar palabras, abre la boca» —Soy una idiota pronuncio en voz alta.
—¿Hay algún problema?
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A TWIST OF FATE
FanfictionCandy y Terry no se imaginan que una tragedia que afectará la vida de ambos los unirá. En medio del dolor un pequeño bebé hará que sus vidas coincidan sin esperarlo, haciendo que su vida y sus caminos tengan un giro del destino. Historia escrita pa...