Capítulo 2: la vida es una perra que puede llegar a amarte

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Duele – murmuro suavemente, si dolía quería decir que no murió verdad? Eso quería decir que su padre y hermanos estarían furiosos, seguramente lo mandarían a uno de esos campos de conversión. Ah! La vida era una perra cuando quería, se quejó mentalmente antes de abrir los ojos, – bien, esto no parece un hospital común y corriente – murmuro con la voz ronca pero suave tratando de no llamar la atención de quien sea que lo salvo, sentía la garganta seca como llena de arena, una inequívoca señal de que hace mucho que no hablaba


Al fin despiertas – con cuidado giro su rostro hasta encontrarse con un anciano que le miraba de manera extraña y un tanto escalofriante – este humilde estuvo muy preocupado por la salud del joven maestro, has dormido 10 noches y 9 días, cómo te sientes? Puedes hablar con este humilde – aquellas palabras tardaron un poco de tiempo en ser procesadas por su cerebro. De que rayos hablaba ese chivo viejo? No quería ser descortés pero tampoco quería estar en la incógnita, con calma se movió hasta lograr quedar sentado, fue allí que noto el lugar que lo contenía, no era más que una desgraciada cueva, no tenía que enfocar demasiado la vista para notar el aspecto tétrico y escalofriante de la misma, paredes rocosas y un poco húmedas, estalactitas y estalagmitas por doquier se presentaban ante la vista como un inconfundible recordatorio de que era una cueva, sin embargo esta había sido adaptada para vivir en ella, como era eso posible? – joven maestro - y allí estaba de nuevo el vejete interrumpiendo su verborragia mental - sé que estás confundido, y seguramente tu memoria se marchó con la sangre que brotó de ti, deja a este ponerte al día con todo lo que un joven maestro como tu debe saber.


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Habían transcurrido seis lunas desde su despertar, y una desde la muerte del anciano Lán Qiūyè, al momento en que tuvo por completo su conciencia, es decir minutos luego de despertar, pudo notar que ese viejo no era el benévolo abuelo que parecía decidió seguirle la corriente, fingir que perdió la memoria por el golpe no era difícil realmente. Después de todo no tenía ni la menor idea de donde estaba, podía actuar como un pobre amnésico que solo confiaba en el vejestorio.

La muerte el anciano le dio todas las respuestas que buscaba desde su inicio en ese mundo que sabía muy bien no era el suyo, y por una de ellas es que estaba quemando papel moneda en ese instante pensando en las vueltas que daba la vida. Aquel viejo era el cuidador del hijo menor de la familia Lán de GūSū, ese niño fue dejado por su madre para que muriera al ser muy pequeño y prematuro, depresión post parto diagnostico por los síntomas de la mujer. claro que al no ser psicólogo titularizado no podía decir a ciencia cierta que fuera así pero estaba muy seguro de ello, ante la situación tan desfavorable para el neo nato Lán QǐRén tomo aquel pequeño bebé y se lo entregó a uno de los ancianos que horas atrás había sido castigado con la reclusión por andar de libertino, la idea era que ese hombre cuidara al bebé hasta que esté fuera lo suficientemente fuerte como para soportar el vivir en los recursos entre las nubes y posteriormente regresar.


Grande fue su sorpresa al saber que llegó a la novela favorita de su quería Méi, por la cual se preguntaba día y noche, extrañar jamás fue una sensación conocida por el hasta ese momento en que los hermosos querubines le dieron la luz del entendimiento, no podría regresar a su vida, a su mundo, a su querida Méi – tercer joven maestro Lán, tu vida fue breve y tu alma de seguro ya reencarno, deseo y ruego a los cielos que en tu nueva vida tengas una vida plena; feliz; llena de amor y no la mierda que te hubiera tocado vivir con padres estúpidos que no pueden hablar las cosas en vez de recurrir a situaciones extremas como encerrarse en casas diferentes y apartar sus hijos causándoles daños psicológicos importantes – decir aquello sin respirar ni una vez era todo una hazaña para cualquier mortal decía su mente mientras se llenaba los pulmones de oxígeno.

Enorgulleciendo a una fujoshi: ¡¡¡transmigre a la novela amada de la loca!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora