—¡No me hablas enserio!—La boca de Dani se había quedado abierta, cuando le había contado todo lo que había pasado con Noah. Sonrío con las mejillas sonrojadas.
—No quiero ser algo desechable, se que es lo único que busca, si es que es está buscando algo. —Digo con decepción.
—O tal vez tú puedas cambiarlo. —Dani sonríe animándome.
—Por favor, Dani, esto no es una novela. Ni siquiera se si le gusto. —Dejo caer mi rostro sobre la mesa de la banqueta en la que estábamos. —Gracias por animarme, pero eso no pasará. ¡Compró condones!—Exclamo afligida.
—Bueno, dejemos la aflicción y veamos. —Me toma de los hombros y me suspende, yo sigo con la misma cara.—El viaje de la "Prom" es este viernes.—Dice Dani con destello de entusiasmo.
Este era mi último año, así que tendremos un viaje de promoción escolar. Iremos a Nueva York.
—Lo se. Puedes quedarte en mi casa para mamá nos venga a dejar a la escuela. —Le digo poniéndome de pie, ya que la campana había sonado indicando que debíamos volver a clases. Caminamos juntas hacia nuestra próxima clase.
La semana se iba rápido, no he vuelto a hablar con Noah desde ese día que estuvo en mi casa. Lo he visto cuando sale de su casa desde mi ventana, pero nada más.
—Bien, ¿Llevas todo verdad?—Pregunta mi madre por tercera vez.
—Si mamá, tranquila. ¡Dani ya nos vamos! —Grito desde la sala. Dani baja con sus maletas.
—Ok, andando. —Seguimos a mi madre a su auto y nos lleva a la escuela.
—Bien portadas, y me llamas cuando lleguen. —Se despide mi madre dejando un beso en mi mejilla. Asiento y salimos del auto mi madre. Nos dirigimos al aeropuerto donde ya están los maestros y mis compañeros de clase, minutos después era hora de irnos.
Caminamos hasta el avión y dejamos que suban nuestras maletas. Nos subimos y buscamos nuestro asiento. En el asiento de atrás, mi ojos se encuentran con los de Noah quien esta acompañado de una rubia, Rebeca, sus padres son amigos de su familia, así que supongo que son "amigos'
—Let's take off, please stay in your seat and fasten your seat belt. — La azafata avisó que íbamos a despegar. El viaje de Los Angeles hasta New York era de 4 horas, era un viaje largo, con suerte traje mis libros y mis audífonos.
Después de 6 horas...
—Que hermoso lugar —Digo grabando con mi teléfono la vista del Empire State Building.
—Bien chicos iremos a cenar y luego pueden estar en la sala de juegos. —La maestra encargada de nosotros nos llevó al hotel a cenar.
Estábamos cenando todos juntos, mientras platicábamos complacidamente.
—Escuche que hay una consola de baile en la sala de juegos. —Justin nos comenta
—¿Ah sí? ¿Listo para que te patee tu trasero?—Dice Dani en modo de burla.— Más bien yo estoy lista para patear sus traseros. —Digo con un tono de diva.
—¿Ah sí? ¿Muy convencida? Bueno, el que llegue de último tendrá que bailar frente al hotel. —Justin nos reta y nos ponemos de pie juntos y corrimos como niños de primaria hacia la sala de juegos.Dani y Justin llevaban la delantera, yo corría lo más que podía, sentía una presión en el pecho, sin poder respirar, cuando corro más rápido, mi cuerpo se estampa con algo y caigo al suelo, sin aire.
—Mierda. ¿Estás bien? — Con la respiración agitada, levanto la vista y al parecer no fue algo si no alguien con lo que tropecé.
—No puedo respirar. —Con la mano en el pecho subiendo y bajando con anormalidad lo miro con el seño fruncido con sus ojos llenos de preocupación, Noah me levanto y me tomo de la cintura para llevarme a un sillón que estaba en el lobby.
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El Cielo Es El Límite ©
Romans-El cielo es límite, así qué te amaré hasta el último respiro.