En Las Noches Mientras Lloro.

10:25

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Han pasado unas horas desde tu partida y yo aún no puedo asimilar que de mi vida te hayas ido.

¿Qué es esto que siento en mi corazón?

Es como si me hubieran arrebatado una parte de mi y la falta de ello me hiciera eco en el corazón cada segundo.

Se que no te lo demostré mucho, pero siempre fuiste mi más grande amigo, mi compañero, mi vida entera.

Ahora que ya no estás, ¿Cómo se supone que siga adelante?
Sin ti me siento vacía, sola, sin vida.

Sueno egoísta, lo sé, pero también se que tu partida fue lo mejor para ti, para que dejarás de sufrir, como yo ahora lo hago por ti.

Solo bastaba una mirada para saber que era momento de despedirse, que no había más cura para tu gran dolor y que lo mejor que podía hacer... era dejarte ser libre.

Siempre me negué a que este día pasara, pero era inevitable, esto es lo que llaman vida.

Naces para morir.

A las diez con veinticinco salió tu tren con destino al mas haya y yo sigo aquí en la estación llamada vida, pero sin sentirla, esperando a que tu tren de vuelta y decidas quedarte conmigo por un tiempo más.

Una parte de mi sabe que eso no pasará, pero hay algo en mi que todavía no te quiere soltar y esa parte dice que de mi vida aún no te has ido.

Será la estación del sueño que nos unirá a partir de ahora, aunque jamás se comparará con lo que era sentirte en mis brazos.

Solo espero que donde quiera que estes ahora, no haya más dolor y empieces a sentir lo que tanto has anhelado.

No te preocupes por mi mi gran amigo, que yo estaré bien, viviré por ti y por todo lo que nos prometimos algún día.

Con el tiempo el dolor qué dejaste en mi se convertirá en un hermoso recuerdo.

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