"ESHP#1: Eddie, Sam y Harry Potter Y La Piedra Filosofal (Leído En 1977)

Capitulo 17: El Hombre De Dos Caras y El Paradero de Cecilia Potter

Varios estudiantes levantaron la mano, entre ellos Celeste que lucia emocionada.

— Pues nuestra nieta sobrina ha hablado — dijeron Cecy y Rose

Regulus le pasó el libro a su nieta.

— Gracias — dijo Celeste educadamente para abrirlo y buscar la página hasta que la encontró — El capítulo se titula El Hombre De Dos Caras y El Paradero de Cecilia Potter

—Al fin información sobre mí — expresó Cecy

— Por fín sabremos dónde estuviste por once años hermana — siguió James.

— Tienes razón cornamenta — apoyaron Sirius y Remus

— ¿Puedo iniciar? — preguntó Celeste.

Casí todos asintieron con la cabeza ansiosos por saber lo que iba a pasar.

Era Quirrell.

— ¡Lo sabía! — celebró Cecy subiéndose a la mesa y lanzó una mirada a todos — ¡YO TENIA RAZÓN!

— ¡Cecilia Euphemia Potter! — dijo su madre — Baja de la mesa

— ¡Yo tenía razón! — siguió gritando aún bajandose de la mesa

— Ves Lily — dijo James — Teniamos razón.

— Creo que si, al parecer tenían razón — asintió Lily

—¡Usted! —exclamaron los trillizos.

En un movimiento agil, Sam ya tenia su varita lista para defenderse a ella y a sus hermanos.

Quirrell sonrió. Su rostro no tenía ni sombra del tic.

—Yo —dijo con calma— me preguntaba si me iba a encontrar con ustedes, Potters.

— ¿A qué se refiere con eso? — cuestionó Lily enojada ante éso

— Fue una trampa — dijo Sam — Bastardo astuto. Lo preparó todo para nuestra llegada.

—Pero nosotros pensamos... Snape... — trató de decir Harry

—¿Severus? —Quirrell rió, y no fue con su habitual sonido tembloroso y entrecortado, sino con una risa fría y aguda—. Sí, Severus parecía ser el indicado, ¿no? Fue muy útil tenerlo dando vueltas como un murciélago enorme. Al lado de él ¿quién iba a sospechar del po-pobre tar-tamudo p-profesor Quirrell?

Ante éso Sam abrió los ojos como platos acordándose de un pequeño detalle y lo supo al momento que sus ojos se tornaron violeta gélido, incluso Harry y Eddie reaccionaron de igual manera mostrandose impactados.

— ¡Megan! Megan tenía razón sobre usted — gruñó Sam con su varita en mano

— Oh, si — dijo Quirrell — Debo admitir que su prima es una persona muy lista. Como logro tener sus sospechas. Aún no logro entenderlo pero no por nada ella siempre supo que yo ocultaba algo maligno y tenía toda la razón.

— ¿Dónde están Megan y Kim? — cuestionaron Harry y Eddie — ¿Que ha hecho con ellas?

Quirrell señaló hacia un rincón de la habitación. Megan y Kim estaban adormecidas y recargadas en la pared, una a lado de la otra.

— ¡Megan! — chilló Petunia sintiendo un gran alivio

— ¡Kimberly! — Rose se sentía igual

— Y el dolor de cabeza que tuvimos fue horrible — dijo Kim.