𝐆𝐞𝐦𝐬 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐭𝐡𝐫𝐞𝐞 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝𝐬² ˢᵃᵗᶻᵘ

鬼イノシシ 𝐎𝐧𝐢 𝐈𝐧𝐨𝐬𝐡𝐢𝐬𝐡𝐢

↷✦; 𝙋𝙚𝙘𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙂𝙪𝙡𝙖❞

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El ambiente había cambiado por completo, la noche había caído de la nada y una fuerte brisa había envuelto el campo de batalla.

La presencia de una poderosa criatura había paralizado el cuerpo de cada una de las chicas ahí.

— E-Es él...

— El Rey demonio...— Alzó la voz aquella criatura.

— ¿Q-Qué haces aquí? — Preguntó Jihyo, le era difícil hablar por la presión que ejercía su presencia en el lugar.

— Me llevaré a la menor de las princesas vampiro, éstos estúpidos plebeyos no son capaces de hacer nada...Inservibles.— Se quejó.

— ¿Con qué propósito te llevarás a mi hermana? — Preguntó entré dientes Sana.

El hombre caminó lentamente, el cuerpo de Mina se levantó y comenzó a levitar juntó a él.

— D-Déjala...— Reclamó Nayeon, se puso sobre sus rodillas para intentar levantarse .

El hombre la observó detenidamente y con lentitud una sonrisa siniestra sonrisa se posó en sus labios.

Normalmente ningún ser inferior a él era capaz de hablar o siquiera moverse cuando su presencia era tan poderosa.

Ella peleaba contra eso.

— ¿Qué eres? — Preguntó con genuina curiosidad.

— U-Una humana...— Pronunció con difícultad Nayeon.

Comenzaba a lograr moverse, tenía ahora sólo una rodilla abajo y trataba de levantarse completamente.

— El hombre carcajeó en burla — Una humana...

El hombre solo agudizó su vista y la presión en el ambiente aumentó aún más.

Observó con atención como Nayeon tenía sus manos clavadas en la tierra y luchaba arduamente contra la presión, aún no caía.

— Sorprendente.

— D-Déjala la ir.— Nayeon se arrastró con fuerza.

— Mírate ni siquiera puedes ponerte de pie — Se burló — No creas que siquiera tienes una oportunidad de enfrentarte a mí...Los humanos son muy inferiores.

Nayeon se arrastró con todas sus fuerzas y sujetó al hombre del tobillo, impidiendo su caminar.

— Te he dicho que la dejarás.— Su mirada aguda y molesta intimidó un poco al Rey.

Pero...Era solo una humana.

— Silencio.

Ni siquiera había volteando a verla y Nayeon salió disparada del lugar contra su voluntad, estrellándose en una montaña cercana.

La fuerza del impacto fue tal que causó que rocas se desprendiera y colisionar sobre el cuerpo de la mayor.

— Y una cosa más...— Sonrió — No se metan en mi camino, lo pagarán caro si lo hacen.

— Te arrepentirás...— Soltó Sana.

Un portal apareció y el hombre caminó hacía el, lo cruzó con calma acompañado del cuerpo de Mina.

Llevándose a la chica sin mayor inconvenientes.

— ¡Mina! — Gritó Sana con todas sus fuerzas — ¡Mina!