鬼蛇 𝐎𝐧𝐢 𝐇𝐞𝐛𝐢

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↷✦; 𝙋𝙚𝙘𝙖𝙙𝙤 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙀𝙣𝙫𝙞𝙙𝙞𝙖❞

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Llegaron al siguiente infierno y fueron recibidas por una gran serpiente de un tamaño gigantesco, que las miraba fijamente.

— U-Una serpiente...— Sana se escondió rápidamente detrás de Jihyo.

— ¡E-Es enorme! — Chilló Momo.

— Qué lindos ojos vampira, ¿de qué color son en realidad? —Preguntó dirigiéndose a Sana.

— ¿Realmente nesecitas saber eso?...— Preguntó confusa Sana.

— Puede que sí, puede que no.— Rio.

—  ¿Tú eres? — Interrumpió Jihyo.

— ¡Oh diablos! Soy una mal educada...— Dijo apenada — Líder del octavo infierno y pecado de la envidia, soy Hebi...— Sonrió.

— Sana, ¿soy yo o te ves motivada? — Le preguntó en un susurro Momo.

— Lo estoy, estámos tan cerca de encontrar a Mina.— Sonrió ampliamente — Estoy muy feliz.

— Hagamos ésto rápido, ¿qué te parece? — Rio Momo.

— Sí.

Sana abrazó a Momo y se puso frente a la serpiente, ella tendría el honor de pelear con Hebi mientras sus amigas curaban y regeneraban sus heridas.

— Eres hermosa y pequeña...— halago la serpiente.

— ¿Gracias? — Sana estába confundida, por su pecado debería ser muy envidiosa, pero nada de lo que decía iba acorde con ello.

— Para tener una batalla justa, seré de tu tamaño.

La tierra comenzó a temblar y poco a poco la serpiente fue cambiando de forma hasta tomar la de una hermosa niña peliblanca, ojos grandes de color esmeralda y una lengua larga.

— No es exactamente de tu tamaño, pero es mi forma humanoide.— Sonrió.

La niña tenía un traje tradicional japonés de color blanco, Sana lo pudo notar aún que algo llamó más su atención, ella tenía pulseras en cada muñeca y un collar de perlas blancas más o menos del porte de una nuez.

No era raro cómo tal, pero ese traje no llevaba accesorios así, además. Tenía pequeña bolsitas en sus pantorrillas y a cada lado de su cadera.

¿Qué llevaba a dentro?

— Quizás guarda caramelos...— Pensó.

— ¿Estás lista? — Tomó un postura de ataque.

Sana asintió, vió como la niña tomaba un para de perlas de sus pulseras y de pronto de las lanzó.

Sana las esquivó rápidamente, escuchó los estruendos a su espalda y volteó para toparse con la destrucción que habían provocado esas cosas.

— Bombas...

— Cuando las lanza se convierten en bombas...— Pensé —  Acercarme será peligroso, pero no hay otra opción.

Corrí lo más rápido posible en su dirección, pero cuando intenté golpearla se convirtió en una pequeña serpiente y escapó, voltie y lanzó sus bombas al pisó causando que perdiera la estabilidad y cayera.

— ¡Sana salta! — Gritó Momo.

Salté sin pensarlo y en el aire pude ver las explotaciones en el lugar que estába yo, por poco y me hacen confeti.

𝐆𝐞𝐦𝐬 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐭𝐡𝐫𝐞𝐞 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝𝐬² ˢᵃᵗᶻᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora