Sin percatarse Ashter había llegado a Escrayber, la cápsula no avanzaba más recorrido. Miró por la ventana pequeña del habitáculo y pudo observar que estaba en una cueva de piedra amplia. El chico decidió salir porque se sentía incómodo dentro. La cueva era grande, con velas que se sostenían en la pared. Enfrente de él, observaba la salida y el cielo despejado. Decidió ver qué había más adelante. Miró para atrás y la cápsula blanca había desaparecido. La cueva estaba en silencio y se preguntó si todos los que entraban a Escrayber aparecían en el mismo lugar.
No veía a nadie, pudo comprobar que estaba solo y cuando salió de la cueva oscura pudo ver el océano azul con un gran día soleado. El calor y el olor a mar le invadió los sentidos, más adelante había un precipicio de gran caída y comprobó que no había camino que seguir.
—¿Asther Clark? —dijo una voz masculina detrás de él.
—Sí —respondió, girando hacia el hombre que lo pilló de improviso—. ¿Cómo sabe mi nombre?
—Todo está sincronizado en la base de datos desde que dio su información en la administración de Escrayber —le explicó amablemente—. Soy el asesor de transporte. Supongo que querrá ir a Lybraria.
—¿Cómo? —preguntó atónito.
—La capital de Escrayber —respondió ante la evidencia—. No se preocupe, todos los que llegan por primera vez se sorprenden al hablar de Lybraria.
—¿A qué se debe que se sorprendan? —preguntó curioso y con frialdad.
—Cuando llegue lo verá, Ashter Clark —respondió sin revelar más—. ¿Listo para el viaje?
Al hacer la pregunta salió lentamente del precipicio un gran globo aerostático, de diversos colores horizontales.
—¡Vaya! —exclamó, asombrado al verlo mientras se elevaba.
Asther dedujo que el globo aerostático era el transporte que lo llevaría a Lybraria. Observaba al globo sin apartar la vista, nunca había visto uno tan de cerca ni había montado en él. Suerte que no tenía miedo a las alturas. El globo fue bajando distancia hasta que tomó tierra.
—Este es su transporte —le informó el hombre—. Puede subir cuando quiera. Le espera el transportista.
Ashter lo miró decididamente y se dirigió hacia el globo aerostático. Lo tenía todo listo y preparado para marchar. Al acercarse lo vio cada vez más grande y observó que había una persona esperándole. Cuando estuvo suficientemente cerca el hombre se bajó del transporte.
—¿Es usted Ashter Clark?
—Correcto.
—Soy el transportista. ¿Tiene miedo a las alturas?
—No. Por suerte.
Ashter pensó que quien tuviera vértigo pasaría un mal viaje.
—Perfecto. Deje que le ayude con el equipaje.
El hombre cogió las maletas del chico y las puso dentro de la barquilla. Seguidamente subió él y ayudó a Ashter a meterse dentro. El hombre dejó salir chorros de fuego de los quemadores del globo aerostático. Se elevaron más rápido de lo que Ashter intuyó y se dirigieron al mar. En el trayecto, el chico se preguntaba cómo sería el aspecto de la ciudad de Lybraria, la gente del lugar, las clases, los profesores y su estancia en Escrayber.
—¿Ha volado alguna vez? —le preguntó el transportista.
—Sí, he ido un par de veces en avión.
—Esto es como volar en avión, pero en globo es más lento y pausado. Es como si volaras dentro del viento, ¿le parece?
—Sí, tiene gracia.
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Escrayber: Mundo virtual de escritores
Fantasy¡Buena bienvenida al mundo virtual de Escrayber! En este ciberespacio encontrarás ciudades y lugares únicos. La red de la ciudad inteligente de Lybraria está construida por rascacielos blancos y de cristal con una arquitectura dinámica y tecnológica...