Capítulo 2. Camino al mundo virtual

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Esperó un mes para iniciar su aventura a Escrayber. Estuvo días mentalizándose de lo que iba a vivir en el mundo virtual y viendo vídeos de Escrayber por internet. El día anterior al que debía iniciar el viaje, Ashter preparó las maletas por la noche. Tenía que llevar todo lo que le resultara útil, porque iba a estar en aquel lugar dos años. No sabía si llevar algún libro en papel para leer y buscó en diferentes habitaciones de la casa un libro que le llamara la atención. En el salón que estaba llena de estanterías le dio a pensar que tenía una antepasada que había sido escritora. De generación en generación el tomo había pasado por la familia y era un libro muy antiguo. La edición databa del año 1588 en el siglo XVI por la autora Beatriz de Luna y Manrique la antecesora de la familia. El libro era de color cuero y estaba colocado en vertical a lo alto de una pared como si fuese una reliquia. Nadie se había leído el libro y ni siquiera atrevido a abrirlo. No sabían si era una novela, un poemario, una enciclopedia o un diccionario. Gracias al libro podían saber la genealogía y sabían que su ascendencia era española por el nombre, aunque sabían que todos sus bisabuelos habían vivido en Estados Unidos.

Cuando era niño les dijo a sus padres si se podía leer el libro de su antepasada y se negaron rotundamente. Tenían miedo a que al abrirlo se rompiera y nadie de la familia lo había leído. Ashter por los innumerables libros que había leído a lo largo de toda su vida fantaseaba en lo que había dentro escrito. Incluso en ocasiones había pensado en escribir una historia misteriosa acerca del libro, pero nunca lo hizo. Un día decidió buscar por Internet el nombre de la autora, pero no encontró nada. Por esa razón le resultaba todo muy misterioso.

Desvió sus pensamientos para volver a la realidad y decidió llevarse solo el libro electrónico para no llevar demasiado peso en la maleta. Además leyó en la web de Escrayber que todo libro que necesitase lo encontraría en el mundo virtual. Cuando acabó de ordenar la habitación, limpiar y de prepararlo todo fue a dormir reflexionando en lo que le depararía el día siguiente. Por la noche soñó que estaba andando por el salón y no podía apartar la vista del libro de Beatriz de Luna y Manrique. Había una persona con túnica negra observando el libro. Las estanterías habían prendido fuego y los libros se estaban quemando. Orwell no paraba de maullar desesperado.

—Soy el viajero del tiempo y tú eres el elegido. Te guiaré a través del deseo y el anhelo ¡Prepárate!

Ashter se despertó alterado sudando, aunque en la habitación no hacía calor. Vio como una pluma negra caía en las sábanas blancas de su cama. La cogió con delicadeza y la acarició. Otra vez una visión, una persona le hablaba en ecos intermitentes. Puso la pluma debajo de su almohada e intentó dormir porque tenía sueño y mañana debía madrugar.

A las seis de la mañana sonó el despertador. Sus padres estaban durmiendo y aprovechó para entrar en el salón. Tenía miedo que el libro de Beatriz de Luna y Manrique desapareciese o alguien se lo llevase por el sueño que tuvo anoche. Se subió a una silla para llegar a lo alto y lo cogió con cuidado. El libro estaba dentro de una caja transparente para no estropearse. Se lo llevó a su habitación y lo metió en la maleta con cuidado. Orwell no paraba de mirarlo y perseguirlo.

—No te puedo llevar conmigo. Te voy a echar mucho de menos.

Orwell maulló y no muy convencido salió de la habitación. Quería despedirse de su gato dándole un achuchón, pero se había ido y al colocar las maletas en el salón no volvió a encontrarlo.

Admiró por última vez la habitación, las estanterías y sus preciados libros porque sabía que iba a estar mucho tiempo sin verlos. Salió de la habitación por última vez con la última maleta para dejarla cerca de la puerta de salida de casa. Sus padres hicieron un buen desayuno para despedirse de su hijo. En sus caras podía ver que le echarían en falta, pero sobre todo querían que disfrutara de la experiencia. Iban a estar dos años sin verlo personalmente.

Escrayber: Mundo virtual de escritoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora