Parte II

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Despertaste y todo estaba oscuro a tu alrededor. Te sentías cubierta por sábanas y otra manta, y por una prenda de algodón en el cuerpo; probablemente Kazutora te había puesto una camiseta suya.

Aún era de noche.

Moviste tus piernas despacio, y luego tus manos, buscándolo en la cama. Estaba a tu derecha, recostado, todavía durmiendo.
Oías su respiración tan calmada que te daba tranquilidad.

Acercaste tu mano a su cabellera, acariciando su pelo con delicadeza. Para tu sorpresa, él estiró un brazo y te estrechó con cuidado.

Cerraste los ojos. Un poco después, lo escuchaste hablar.

— ¿Estás despierta? — susurró.

— Sí, algo... — respondiste, somnolienta.

Kazutora te dio un beso en la frente y te rodeó por completo con sus brazos, llevando tu cuerpo más pegado al de él. Pudiste sentir debajo de las sábanas que nada más vestía su bóxer.

— ¿Tienes hambre? ¿O sed? — inquirió.

— Un poco de sed, creo... — dijiste, saliendo de tu estado de sueño.

— Bien... Ya regreso.

Él te soltó y se paró de la cama. Salió del cuarto.

Te hubiera gustado permanecer abrazados. Esperaste a que volviera, ya totalmente despierta.
Luego de unos minutos entró, con una botella de agua medio llena en una mano. No había encendido ninguna luz, pero la ventana dejaba entrar la claridad de la luna.

— ¿Por qué está a la mitad? — se te ocurrió preguntar.

— Me dio sed en las escaleras — dijo Kazutora, con una sonrisa pícara.

Te pasó la botella de agua y bebiste. Estaba fresca. Dejaste un poco del contenido.

Él se metió nuevamente a la cama, sentado a un lado de ti, bajo las sábanas. Viste a penas que te extendió una mano, y tú le diste la botella.

Dio un sorbo y te la devolvió. La llevaste otra vez a tu boca.

— ¿Eh? Está vacía — dijiste en voz alta.

Kazutora sujetó tu cabeza por detrás y te besó. En el beso apretó los labios de los dos, y sentiste como el agua fría de su boca pasaba a la tuya, era su sorbo anterior.

Tragaste. El líquido bajó por tu garganta, dejándote sedienta de otras cosas.

No cortaron el beso.

Soltaste la botella de plástico, que se desplazó por la superficie de la cama y cayó al suelo. Con tus manos ahora sueltas, tomaste el cabello de Kazutora entre tus dedos.

Jadeando, se fueron separando poco a poco. Él puso sus manos sobre las tuyas, que aún lo sujetaban.

— Ah... Despacio... — murmuró, riendo bajito.

Tú te reíste.

— ¿Por qué? ¿Ahora tienes horarios para besarte?

— No, pero debería, o vas a dejarme sin labios — contestó, en modo de broma.

Acercaste tu cuerpo al de él.

— ¿Y a qué hora puedo empezar? — musitaste, acariciando lentamente su pecho.

Kazutora envolvió tu cintura con un brazo.

— Ya te digo... Quizás aún puedas reservar un turno.

Extendió su otro brazo hacia una mesita de noche que estaba en su costado de la cama. Una luz de pantalla brilló.

— Ah, es el tuyo — vio que había tomado tu celular.

Kazutora Hanemiya x Reader ♡ [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora