Alcé el pergamino,
alcé el pequeño trozo de papel que contenía mis palabras,
aquellas cargadas de dolor,
aquellas cargadas de injusticia.Leí las palabras, poco a poco,
Pasando los ojos por cada una,
estudiando mi nerviosa caligrafía,
con la poca delicadeza que aun me quedaba.Pasé las yemas de los dedos,
por encima,
desdibujando aun más las palabras,
manchando aun más mi dolor.Pero sentí como poco a poco,
el suave papel caía de mis manos
porque sentí que aquellas palabras,
sembradas por el dolor,
parecían manchadas de sangre.
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Thousand words of madness
PoetryAlli donde las palabras no bastan, donde la locura y el miedo se mezclan. Donde se perdieron los gestos, y donde se busca la libertad. Hacen falta mil palabras y otras mil más para intentar alcanzar la salida, para querer ser libre. Para tener espe...