Estaba cegada por el dolor,
estaba dolida por mi amargura,
Y estaba amargada por la injusticia.Ante la impotencia de mis palabras,
ante el poder de las suyas,
el, sin temor a equivocarse,
a mentir, a engañar,
yo, valiente por abrir la boca,
rebelde por decir la verdad,
fui castigada por ser leal a mi misma,
y por no arrodillarme ante su esplendor,
encendiendo la llama de la razón,
abriendo el arca de los impotentes,
que les permite la libertad de expresarse,
libertad que nunca parecía ser concedida.Hoy, pensando que la justicia era la verdad,
pensando que era ciega,
sin dejar pasar delante la verdad,
pensando que conocía el equilibrio,
hoy, solo veo injusticia.Aquella injusticia que seguía rebotando dentro de mi,
aquella que no parecía apaciguarse.
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Thousand words of madness
PoetryAlli donde las palabras no bastan, donde la locura y el miedo se mezclan. Donde se perdieron los gestos, y donde se busca la libertad. Hacen falta mil palabras y otras mil más para intentar alcanzar la salida, para querer ser libre. Para tener espe...