Ashton Irwin y tu {Mi batería.}

Te lo prometo (16)

La noche siguió algo extraña, abrazada a Luke pero con la mirada en Ashton, en saber si estaba bien o lo notaba algo decaído. Cuando vemos que Michael empieza a dormirse decidimos que toca pensar si igual nos hemos de ir a dormir ya.  Calum y yo empezamos a recoger todo, y al ir a la cocina veo que Luke le comenta algo a Ashton……  ¿QUÉ?

Uno se pone blanco como la leche, y otro rojo como el tomate.

-Ok, ya vendrás mañana.-Dice Ashton cabizbajo.

No escucho lo que Luke le dice, ya que estoy en la cocina con Calum. Acabamos de recoger y él se va al salón, yo le digo que ahora voy, que me dé un minuto.

Empiezan a venir mil cábalas a mi mente, y una idea clara de lo que le habrá dicho Luke a Ashton… Me siento en la encimera y suspiro.

-He de aclararme, lo he de hacer…

Me quedo mirando al suelo, ¿ ____(tn) que te está pasando?...

Alguien entra en la cocina, levanto la mirada y un escalofrío pasa por mi cuerpo.

-Luke se queda contigo esta noche.

-Ashton…

-Ya lose, tú no tienes la culpa y él no sabe nada de esto, lose.

Le miro fijamente, sus ojos están apagados, mientras yo tengo unas ganas de llorar enorme.

-Odio verte así…-Le digo.

-Pues no lo parece.

Me sorprendo al escuchar eso.

-¿Te crees que me gusta esta situación?

-Todas queréis tener al máximo de tíos detrás, así os sentís mejor.

-Como se nota que no me conoces Ashton, para nada.

Bajo de la encimera y salgo cabreada de allí, apartando el brazo de Ashton que intentaba retenerme al darse cuenta de que había hecho mal al decir eso. Voy al salón y veo a Calum y Michael con la chaqueta, me despido de ellos con dos besos y después voy directa a Luke, a abrazarlo. Sale Ashton, coge la chaqueta, se la pone y nos mira. Se despide de Luke con un apretón de manos, y me mira. Quiere decir algo, pero solo suspira y hace algo que me hace sentir muy pequeña, besar mi frente.

Salen de casa, siendo Calum el último al cerrar la puerta, y suspiro. Me siento en el brazo del sofá y miro al rubio que tengo delante.

-Algo ronda por esa cabeza.-Me dice con su tierna sonrisa.

Le digo con la mano que se acerque, lo hace, apoyo mi cabeza en su pecho y abrazo su cintura. Empiezo a notar como sus manos acarician suavemente mi espalda, y un beso en mi pelo.

Se agacha un poco, y coge mi cara con sus suaves manos para que le mire.

-Pequeña, ¿estás bien?

Cae una lágrima por mi mejilla, la seca con su mano y le miro. Mi mente dice una cosa, y mi corazón otra, pero sinceramente voy a seguir un impulso que tengo ahora mismo en mi cuerpo.

Antes de que diga nada, le beso como si no hubiese un mañana, rodeando su cuello con mis brazos, atrayéndole a mí lo máximo posible. Al principio se sorprende, pero después él sigue creando un choque de lenguas en mi boca.

Nos separamos por un instante, y nos miramos.

-¿Quieres…?- Se lo que quiere decir.

Le beso de nuevo, pero acabando ese beso con un mordisco en su labio inferior. Una pícara sonrisa aparece en él, noto como con sus brazos me coge, mientras rodeo su cintura con mis piernas y él me sujeta cogiéndome por mi trasero.

Llegamos a mi habitación, me estira en la cama, y al segundo él está sin camiseta y yo en sujetador.

La ropa va cayendo al suelo, quedamos desnudos el uno delante del otro y por un segundo el miedo aparece en mi al tener a Luke encima de mí, apunto de penetrarme. Él lo nota, hace que le mire con su mano en mi mejilla, y lo hago.

-Podemos parar, ¿vale? No te sientas forzada pequeña.

Cierro los ojos, y respiro. Noto su beso en mi nariz, y siento que ese miedo se va, y que volvemos a ser él y yo. Abro los ojos, y acaricio si piel.

-Te quiero.

Sonríe, nos besamos y poco a poco noto como entra en mí. Al principio es suave, pero el placer aumenta junto a la velocidad. El sudor corre por nuestros cuerpos, y al acabar sale de mi, se estira en la cama y nos ponemos de lado los dos, mirándonos.

-Eres preciosa.

Y aparece una sonrisa, esa sonrisa, la de felicidad extrema.

-Prométeme algo Luke…

-Dime.

-Que esto no se romperá, porfavor…- Le digo, mirándole con tristeza.

-No estuve desde siempre, pero lo estaré para siempre pequeña, te lo prometo.

Le abrazo, escondiéndome en su pecho, sintiéndome como en casa otra vez.

Remuevo mi mente y mi corazón, y ahora mismo solo tengo al hombre que me abraza en ellos.