Aprendiendo a ser calamidad.

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Xie Lian toda su vida había sido una persona pura y empatica. Siempre dejando de lado su bienestar por el beneficio de otros, sacrificando su estabilidad y guardando dolor por no molestar a los demás.

Pero, no más.

¿Era correcto? No lo sabía, las personas por las que luchaba ya no estaban presentes, a excepción de Wu Ming.

Del cual no existía rastro alguno.

Xie Lian perdió la cuenta de cuántos años le tomó aprender a ser una "calamidad". Después de su destierro como Oficial Celestial, el grillete que impedía desarrollar sus poderes le había acostumbrado a una vida simple y mortal, así que al momento del salir del horno, tuvo diversos problemas para controlar esa ilimitada energía que cosquilleaba en su ser.

Los primeros días creó catastróficas inundaciones, elevaciones de agua y vientos terribles que destruían casas con una fuerza abrumadora. Así que para evitar dañar a la gente, escapó a lo más profundo de su abandonado reino y dejó que toda la furia energética pudiera balancear en medio de la nada.

Tiempo después comenzó a manejar la salida de energía, posiblemente décadas para salir de nuevo y descubrir que la sociedad continuaba avanzando.

Exploró reinos, fue un maestro sacerdote, general y muchas cosas más. Ahora en la muerte, resultaba más deleitable tener una "vida" fuera de todo lo que había experimentado como príncipe de Xian Le. La práctica lo convirtió en un maestro del disfraz.

Un día decidió explorar más del mundo en la perspectiva de un ser no vivo y decidió visitar Ciudad Fantasma. El lugar acababa de pasar por una terrible crisis y la estabilidad y orden eran inexistentes.

Los fantasmas estaban desesperados por una figura que pudiese protegerles y respaldarles para un mayor bien común. Cuando la gente del pueblo conoció por primera vez a Xie Lian, huyó a ocultarse a sus casas por el pánico de estar frente a una calamidad de alto renombre, la más temida y buscada por los cielos.

Las voces de los vivos eran escandalosas y realmente nadie había olvidado los acontecimientos que causó Xie Lian luego de su nacimiento como una devastación. Su presencia nunca pasaba desapercibida pues todo el tiempo el fantasma era rodeado por una bruma blanquecina que impedía al resto observar y conocerle mejor.

Era digno de temer.

Xie Lian, acostumbrado, simplemente buscó un lugar donde poder dormir durante un tiempo antes de partir hacia otro lado. Fue hasta que un grupo de oficiales celestiales intentó invadir la ciudad, que él pudo ganar la confianza de los habitantes.

Treinta y tres oficiales fueron retados por Bruma Blanquecina, todos perdieron y se evaporaron en el aire. Xie Lian les tenía cierto rencor debido a las burlas que esos oficiales le causaron cuando intento aislarse y meditar en una cueva años atrás. Posiblemente el Xie Lian de antes pudo ser compasivo y fácilmente digerir todas esas malas emociones.

Pero, ahora era una calamidad, ya no tenía necesidad de limitarse.

La defensa a la ciudad no sólo lo coronó como el nuevo líder y Rey de los Fantasmas, si no que lo convirtió en una especie de "deidad" alabado incluso por los vivos, teniendo templos en su honor, oraciones y plegarias.

Y mucho, mucho poder. El suficiente para buscar con toda su fuerza a Wu Ming.

Hizo amigos y enemigos. Experimentó de primera mano lo terrible que era el mundo al definir lo "bueno" y lo "malo". Mientras cientos de miles de personas morían de pobreza a diario, ciertas deidades apenas y bajaban la mirada hacia el mundo mortal por quienes les mantenían en su posición privilegiada.

La calamidad en búsqueda de Lluvia CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora