ME FLECHASTE × Kate Bishop

Capítulo 2

Narra Kate:

Abrí la puerta y la atravesé oyendo algo de música a través de mis audífonos. Traigo mi arco entre mi axila y brazo así que voy con cuidado. Oí unas voces así que me quite los audífonos, los guarde y después puse el arco sobre un sillón.

—Pero que buen estilo tienes, Elo. —Me senté sobre una mesa de decoración quedando en medio de ambas mujeres.

—Hola. ¿Tomando té sin mi?. —Agarré mi pecho fingiendo indignación.

—No vives aquí, no tomas té. —Rodé los ojos. —Como te comentaba, Eloise, tienes muy buen estilo y gusto de la moda. —Mi madre me mira con desagrado. —Me gustaría decir lo mismo a otras... como sea; Seguridad Bishop nunca ha necesitado meter nada de moda pero...

—Mamá, ¿podemos hablar?. —Interrumpí.

Mi madre asiente cerrando los ojos. Se que trata de tener paciencia.

—Yo las dejó charlar. —Dice Eloisa dejando la taza al lado mio. Es tan delicada.

—¿Qué quieres?.

—Trabajar en la empresa. —Dije con una sonrisa, se que luce arrogante. Mi mamá toma el té y comienza a reír.

—Dios, Kate, ¡no!. Hasta que termines la universidad.

—Falta poco tiempo. Por favor.

—No, Kate. —Reafirma poniendo su cara seria. —Ahora dejame sola, dile a Elo que vuelva.

Rodé los ojos y me levanté dando pasos largos y escandalosos. Entre a la cocina donde me tope a Eloise hablar con su madre la cual cada vez luce peor ambas toman agua.

Tiene unas ojeras enormes, manchas en la piel y una mirada tan triste. Pobre mujer.

—Eloise, ¿podemos charlar?. —Rasqué mi nuca. Eloise asiente dejando su vaso sobre la barra y camina hacia mi.

Una vez a mi lado caminamos a la que era mi habitación, cerré con seguro y agarré a Eloise de los hombros, me miró nerviosa.

—Escucha, necesito un favor tuyo. —Ella relaja su expresión.

—Si dime. —Sonríe.

—Necesito que te alejes de mamá. —Sonreí. —Vete de la casa, despidela y renuncia en la empresa, así yo ocupo tu lugar. Total, tienes millones en tu cuenta.

—¿Q-qué?. No, y a dónde iré, quién será mi mánager y ¡no!.

—Compra una casa, te sobra dinero.

—No quiero una casa, Katherine. —Esta enojada o preocupada.

—Me debes favores, te salve de niñas. Necesito que mi madre me noté, que ella me trate como su hija, que ella me de atención, que ella sea como es contigo.

Parece ponerse triste, Dios ahora me siento mal.

—Kate... Dios, ahora me siento mal. Tienes razón, ella siempre me prioriza siendo una desconocida y a ti te aparto. —Se sentó sobre la cama y agarró su cara con ambas manos. —Lo lamento.

—Bueno, has lo que te pido, por favor. —Junté mis manos, y me inque. —Necesito el trabajó y acercarme a mi madre.

—Bu-bueno. Solo irme de la casa y renunciar a la empresa, igual no hago mucho allá. —Me levanté del suelo y festeje. —¿Pero a dónde iré?. No puedo rentar una casa o departamento, será difundido. —Se queda pensando. —Y comprar algo lleva mucho.

—¡Ya se! mi departamento, si. Luego conseguirás algo.

—Bueno, esta bien. —Se levanta de la cama. —Empacaré pero antes le diré.