ME FLECHASTE × Kate Bishop

Capítulo 11

Maratón 1/3

Narra Kate:

¿Alguna vez han sentido tanto al mismo tiempo?, por ejemplo, amor, miedo, tristeza e ira, porque eso siento ahora mismo. Estamos metidas en la habitación de mi madre, la contraseña es la misma así que logró entrar con éxito a la computadora por segunda vez.

—Kate, tengo miedo... —Murmuró. —Nunca pensé que esto pasaría, confíaba en Eleanor.

—Yo confiaba aun mas. —Murmuré solo para mi. Entre a whatsapp y mi cuerpo tembló. —¡Maldita sea! ¡borró todo!.

Di un golpe al teclado, tomé mi abrigo arriba de la cama y me lo puse, salí de ahí y bajando las escaleras sentí detrás mio a Eloise.

—¿A dónde vamos?.

—A la casa de ese asqueroso. Me cansé de hacer la cosas pacificas. —Dije tratando de no explotar, Elo no tiene la culpa.

Le abrí la puerta del auto y corrí al otro lado, me subí y comencé a conducir. Se que pronto me saldrá una arruga en el entrecejo pero no me importa.

—Dios, me encuentro cansada, quiero protegerte...

—Vamonos de Estados Unidos.

—No tienes que huir de un lugar donde creciste solo por dos asquerosos, ellos merecen estar en la cárcel. Además, ¿qué nos dice que el asqueroso de Wilson no irá a buscarte?. Te echo el ojo desde que naciste.

—Siempre fui una banco para Eleanor, me crió y cuido solo por dinero. Y Wilson me mira como un objeto. —Su voz se corta así que la miro de reojo. —Lo único que tengo es a ti.

Le di una mirada rápida y sonreí un poco. Ella intenta sonreír pero no lo logra.

—Quiero hablar contigo de todo lo sucedido luego de todo esto.

—Hoy es noche buena. —Dice. —¿Podemos cenar juntas y hablarlo?.

—Genial. ¿Restaurante?.

—El que esta a la vuelta de tu casa a las nueve.

—Nuestra casa. —Corregí. —Bien, hay que darnos prisa entonces.

Minutos después estábamos enfrente de la casa de Wilson, tocamos y pedimos una cita en nombre de Eloise la cual fue concedida en minutos.

—Bienvenidas a mi casa... —Dice el regordete admirando su alrededor. —¿Qué no estaba prohibido verse?.

—Nunca hacemos caso. —Digo viendo a Eloise, ella sonríe e hice lo mismo.

—¿A que tengo el honor de verlas?. —Dice con su asquerosa sonrisa.

—Queremos que nos prestes tu computadora. —Dije tratando de no lanzarme a él y matarlo.

—¿Por qué la mía?. Tu petición es extraña. —Dice sin verme para posar su morbosa mirada a Eloise. —Cada día estas mas cerca de tus veinticinco.

Mi sangre hirvió, tome aire y abracé a Eloise de los hombros.

—Que obsesión por los veinticinco.

—Me gusta esa cifra. —Dice. —No les puedo prestar mi computadora.

—Por fis, Wils. —Dice Eloise con una voz muy tierna. Se enreda su dedo en el cabello y hace ojitos. —¿Si?.

Wilson la mira de arriba a abajo y con una sonrisa muy escalofriante asiente.

—Vamos. —Lo seguimos.

Mi mirada va clavada en su ancha espalda y en las formas de como arruinarlo. Me senté enfrente de la computadora y le pedí a Eloise entretenerlo, ambos estan detrás de mi hablando de trabajo.

Entro a su whatsapp vigilando que el hombre no voltee, con mi celular disimuladamente tomo las fotos, igual aprovecho para entrar a sus archivos.

Donde mi piel se enchina, me levanté de la silla y lo mire en shock. Dios mio, es repugnante, todo en el es negocio y en mi madre también.

—¿Todo bien pequeña Bishop?.

—Tenemos que irnos. —Tomé la muñeca de Eloise para salir pero el hombre se apresuro a llegar a la puerta tapando e paso.

—¿Tan rápido? ¿que hiciste en mi computadora?.

—Busqué una ubicación. —Dije moviendo mi pierna impaciente. —¿Nos dejas salir?.

—Claro. —Se hace un lado y casi arrastrando saco a Eloise de ahí. Cuando nos subimos al auto y arranque le hablo a Eloise luego de recapacitar.

—Bu-busca en tu celular a Ariana Miller y a Harley Tomas. —Eloise asiente sacando su celular y minutos después habla.

—Ariana Miller fue una cantante americana que debuto a la edad de cinco años, era la imagen principal de Colems perfumes donde modelaba y cantaba, a los veinticinco años desapareció de la industria se sumergió en las adicciones, perdió su fortuna, fue despedida nadie sabe de ella. En el dos mil quince se supo que entro a un centro de rehabilitación.

—¿Quién era su mánager?.

—Deja busco. —Asentí poniéndome muy nerviosa. —Ya lo encontré... —Guardo silencio varios segundos. —Eleanor Bishop.

Me mira nerviosa e impactada, le di una mirada rápida y seguí en el camino. Aprendí a manejar hace poco aun hay veces en que lo hago terrible, las circunstancias me obligaron a aprender.

—Dios, no eres la única. Ahora busca a Harley.

—Harley Sophia Tomas era una actriz de origen Colombiano la cual fue protagonista de mas de treinta películas y dos series y cara secundaria de Colems perfumes, su carrera comenzó a los ocho años de edad como mánager a Eleanor Bishop la cual la llevó a la fama a los veinticinco años ella despareció de los medios, se sabe que vive en Perú y que intento quitarse la vida dos veces luego de ser acusada de abusar físicamente de una niña y de intentar asesinar al dueño de la marca Colems. Nunca se le metieron cargos legales solo acusaciones en linea.

—Significa que manejo a Ariana y Harley al mismo tiempo primero cayó Harley y luego Ariana. —Dije uniendo cables. —Actualmente eres la única.

Iba a girar una curva cuando una luz calo mis ojos y los de Eloise, cuando reaccione un enorme camión se aproxima a nosotras intente frenar pero fue tarde chocamos.

Desperté y mire a Eloise inconsciente, me quité el cinturón e hice lo mismo con Eloise, olfatee y sentí olor a gasolina. Abrí los ojos e intenté salir de ahí gritando el nombre de Eloise varias veces.

Mire a alguien caminar a nosotras y le grite por ayuda esa persona saco primero a Eloise y luego me ayudo a mi.

—Gracias. —Intenté hacer que me entregara el cuerpo de Eloise pero solo me ignoró y camino al camión que nos estrello. —Hay, esta mal debo llevarla al medico. —Dije siguiéndolo. —¡Damela!.

Sentí un cuerpo detrás del mio y mi vista se vuelve negra, intente golpear pero era inútil

—¡Ayuda!.

—La curiosidad mato al gato, hija. —Escuche la voz de mi madre. Soltó una risa de miedo y la oí beber algo.

—Te odio.

—Yo no te odiaba. Ahora si. —Dijo sin sonar muy tenebrosa.

Deje de oír y me sentí muy cansada hasta que me rendí.