Capítulo 6

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En algún bosque inglés cerca de Londres un grupo de brujas encapuchadas con el color negro, se reúnen de noche alrededor de un montón de leña. En medie de ese montón una mujer se encuentra atada y amordazada. Grita pero no se la escucha. Las brujas manteniendo la calma y siguiendo con su ritual de sacrificio encienden los primeros leños. El fuego va ascendiendo poco a poco hasta arrasar a la pobre víctima de aquel ritual sin piedad. La pobre grita de dolor hasta que finalmente las llamas consumen su vida por completo. Y mientras todo esto ocurre, las invitadas al ritual danzan alrededor de la hoguera que trae el poder de algo maligno. Londres se ve amenazado por una nueva oscuridad, y quién sabe qué forma tomará.

Londres 1882

Querido Walter,

Llevó tanto tiempo sin recibir cartas tuyas, ni siquiera alguna noticia que me diga que no te haya pasado nada. Temo lo peor. Temo que te hayan encontrado y hayan acabado contigo. No puedo dejar de pensar que algo te ha pasado, y sin embargo no doy nada por hecho. En cuanto a mi vida no puedo quejarme, el niño pronto cumplirá dos años. Tu hijo August e recuerda tanto a ti. Es tu viva imagen rejuvenecida. Desearía que estuvieras aquí para poder cuidarlo y amarlo junto a mí, pero sé que estás lejos por una buena razón. Tengo la suerte de que mi familia y mis amigas me ayuden a cuidar del pequeño, aunque eso signifique tener que aguantar sus constantes deseos de emparejarme. Ningún hombre desearía casarse con una soltera que ya tiene hijo, su honra no se lo permite. Por favor te lo pido, si recibiste esta carta, mándame noticias tuyas cuanto antes. Es lo único que me mantiene alejada del banal y ofensivo mundo que ocurre ahí afuera. Necesito saber que estás bien.

Tu amada

Letitia Crowford

 

Encender las noticias y ver la triste realidad. Ayer por la noche una mujer desapareció cuando iba derecha a casa. ¿Qué le lleva a alguien a desaparecer? Me da miedo solo el pensarlo. Últimamente me siento más vulnerable, supongo que eso de ser popular le deja a uno hecho polvo, y le afecta demasiado. Pienso que a veces ni siquiera sé lo que estoy haciendo. He llegado incluso a llorar pensando en el daño que he causado a otras personas únicamente por ser popular y tener que comportarme como tal. ¡Ay, Harry! De fuera todo parece maravilloso, todo el mundo te conoce y te respeta porque se supone que estás por encima de ellos pero luego ves que en el fondo todo es superficial y que no hay nada más allá, y claro tienes que parecer un gilipollas absoluta que molesta a quién no tuvo mala intención solo porque lo necesitas para no acabar siendo degradado a perdedor y paria, y entonces llorar por ser víctima de lo que una vez se fue.

Llegue al instituto y todo fue como siempre. Todo el mundo me miraba como si quisieran tener mi vida, querían tener la suerte que yo había tenido pero no sabían que esa suerte era mala y que el mundo al que pertenecía no era el show glamuroso que tendía a aparentar.

El tiempo pasaba y yo simulaba que me aburría en clase pero a pesar de ello siempre aprobaba porque atendía en clase y estudiaba en casa, esa era la verdadera faceta que se encontraba tras la superficie que todo el mundo conocía. Solo mi familia sabía que yo era un alumno de notables y sobresalientes.

Ya se habían acabado las clases y mis pretensiones eran salir lo antes posible del instituto sin que ninguno de los populares me viera, porque ya no tenía ganas siquiera de hablar con ellos, solo deseaba volver a casa y descansar. Tuve la suerte de no cruzarme con nadie de los populares. El resto del camino lo haría solo.

A medio camino directo hacia mi casa me encontré a Louis en su coche. Ese chico era odioso, siempre metiéndose conmigo, era el único chico que se atrevía a enfrentarse contra mí. Aunque lo cierto es que si hago memoria puede que la culpa la tengo yo y mi carácter. Tuve que tropezarme en ese justo momento que pasaba delante de aquel chico. Caí al suelo haciéndome daño, y ocurrió algo inesperado para mí. Louis se había bajado del coche y había ido a ayudarme a levantarme. Aquello me sorprendió tanto, el que se supone que era mi némesis me estaba ayudando a levantarme.

Fae Fae Who are they? (Nosh, Ziam, Larry (Niam, Ziall))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora