Capítulo 4

64 12 0
                                    

“El mundo es un lugar extraño, a veces esa rareza que tiene resulta inexplicable, mágica e irreal, pero cuando las cosas se ponen oscuras todo lo extraño se puede convertir en algo peligroso. Es como la llama de un farol. Dentro del farol es bella, hermosa, y nadie puede explicar cómo puede causar tanta atracción; pero en el momento el que uno quiere tocar la llama y probar su hermosura con el tacto todo se torna en dolor y peligro, uno se quema y aprende que la magia a veces bien con un precio, y pagarlo puede hacerle a uno llorar, incluso morir o matar.”

Habían pasado dos días y había tenido suerte esquivando a Zayn y a Liam, solo los veía durante las clases y siempre trataba de no hablar con ellos y atender más a los profesores. Pero llegó el tercer día y por mi mala suerte tendría que hacer caso a Liam. Ambos habíamos pasado las pruebas para representar Romeo y Julieta. Yo sería Teobaldo y el Mercucio, un Capuleto y un amigo de un Montesco. También había descubierto que Harry Styles, uno de los chicos populares, se había apuntado a las pruebas y había conseguido el papel de Romeo. Teníamos algunas escenas juntos en las que nos peleábamos, y la última escena en la que salíamos, la pelea en la que ambos acabábamos muertos. Liam y yo quedamos después de clase en el teatro del instituto para repasar esa escena y ver como se desarrollaría.

— ¿Bueno, así que un Capuleto desea matarme?

—Sí. Venga Liam dejas de hacer el tonto y repasemos las últimas frases antes de que te mate—le reproché cansado—. ¿Tú qué quieres de mí?—comencé.

—Gran rey de los gatos, tan sólo perderle el respeto a una de tus siete vidas y, según como me trates desde ahora, zurrar a las otras seis. ¿Quieres sacar ya de cuajo tu espada? Deprisa, o la mía te hará echar el cuajo.

—Dispuesto–desenvaine mi espada de atrezzo—. Ahora Harry diría: Noble Mercucio, envaina esa espada.

—Venga, a ver tu «passata»—recitó Liam con dificultad, sobre todo por aquella palabra italiana que acaba el verso.

—Se supone que ahora Harry habla y después peleamos—recalqué mientras observaba y analizaba el guión con suma concentración.

—Sí, y entonces acabas con mi vida acuchillándome con tu espada a sangre fría–aquellas últimas palabras resonaron en mi cabeza.

— ¿Qué acabas de decir?—pregunté sorprendido.

—Que tienes que acabar conmigo clavándome tu espada–en ese mismo momento la misma visión que había tenido hace días cuando besaba a Liam se volvió a repetir en mi cabeza pero esta vez más clara. Liam aparecía vestido de su personaje y yo del mío, yo desenvainaba mi espada y después de forcejear un rato acaba simulando la escena en la que le clavaba la espada. Aquello me tranquilizó, y me devolvió y el afán por volver a sentir los labios de Liam.

—Niall ¿estás bien?—preguntó Liam devolviéndome a la tierra.

—Sí, solo es que estoy un poco cansado.

—Sí yo también, creo que deberíamos dejarlo por hoy.

—Sí serás mejor.

Abandonamos el instituto después de haber estado una hora ensayando, me hubiera gustado haberme ido a casa de Liam y prestarle toda la atención que le había estado negando estos días, pero eso resultaría raro y no quería que Liam me tomará por un loco bipolar. Ya arreglaría las cosas con Liam mañana, por lo pronto cada uno tomó su camino hacia casa.

A medio camino me encontré con el otro chico al que había estado evitando durante estos últimos días, Zayn.

Zayn me vio y trató de llamar mi atención, yo seguí ignorando su presencia y caminé como si no le escuchase llamarme o incluso  como si no le hubiera visto. Lo cierto es que llevaba cascos pero no tenía el volumen muy alto y podía oír sus gritos intentando captar mi atención sin poder conseguirlo, pero desgraciadamente corrió hacia donde estaba y finalmente tuve que hacerle caso. Después de hablar durante bastante rato me pidió hablar con él personalmente y en algún lugar en el que nadie nos pudiera molestar, insistió mucho alegando que era bastante importante y a pesar de que quería irme de allí, pues me sentía incómodo, sus encantos y su misterio acabaron convenciéndome.

Llegamos a mi casa y por suerte no estaban mis padres, así que subimos hasta mi habitación para poder acomodarnos y hablar más tranquilos.

—Bueno Zayn–suspiré– ¿Qué querías contarme?

—Niall, sé que me has estado evitando e ignorando desde que te dije aquello que tanto te trastocó: “Sé lo que eres”.

—Zayn por favor, sepas lo que sepas, no es cierto así que olvídalo por favor y déjame en paz.

—Niall, deja de mentirme–me tomó el rostro y me miró con esos ojos penetrantes y de color canela que me iban derritiendo poco a poco–, deja de ocultarme tu don, sé que puedes ver el futuro.

— ¡Zayn!—grité apartando de mí sus manos suaves y aterciopeladas—. ¡¿Qué tonterías?!  ¿Vidente? ¿Yo?–reí con nerviosismo.

—Niall, no eres el único que tiene un don–resopló—. Yo también soy como tú.

— ¿Puedes ver el futuro?—pregunté incrédulo.

—No tengo un don diferente al tuyo, bueno en realidad tengo dos.

—No… no entiendo nada, es todo tan extraño…

—Tranquilo, sé que debe ser muy difícil de asumir que alguien te diga que tiene un “don”.

—Sí, un poco–respiré profundamente—. Y dime, ¿Cuáles son tus dones?

—Uno es innato, como el tuyo, y el otro adquirido. Nací con un don alquímico, puedo cambiar el patrón material de los objetos, es decir, puedo transformar la plata en oro, o la madera en hierro… Descubrí que tenía un don hace tres años y desde entonces parte de mi vida la he dedicado a descubrir todo ese mundo que corre alrededor de mi don. A lo largo de estos tres años he encontrado algunas (pocas) personas como nosotros, y a través de un duro aprendizaje adquirí un don, el don de leer la mente. Por eso sé que me has estado evitando, y por eso sé que eres lo que eres.

—Vaya… no sé qué decir. ¿Cómo sé que no me estás mintiendo?–Inmediatamente Zayn cogió una pulsera de plata que tenía sobre la mesita de noche que estaba al lado de mi cama y tras concentrar su mirada en ella, la pulsera paso de ser de plata a ser de oro. Mi mirada de asombró e incredulidad provocó una sonrisa de satisfacción en Zayn.

—Zayn. Una cosa ¿qué somos?

Fae Fae Who are they? (Nosh, Ziam, Larry (Niam, Ziall))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora