You Right; jaedo

O3 ‎✷ mix up feelings

Pasaron dos semanas, estaba todo en orden, claro que no. Tuvo dos encuentros más con Jaehyun, no había marcado un límite respecto a lo que quería y porqué seguía buscando de él. Si sabe perfectamente que tiene pareja.

¿Acaso debía de romper con Lee para dejar de sentirse culpable por lo que hizo? Eso no ayudaba en remediar nada, ya estaba hecho, la culpa iba a seguirlo y en cualquier momento Taeyong se daría cuenta.

Tampoco era una opción dejarlo, podía seguir saliendo con Taeyong y continuar como si nada hubiera pasado pero la confusión lo estaba carcomiendo.

Es jueves por la tarde y era el día indicado para dejar de procrastinar sus tareas pendientes de la semana. Ayer se la pasó encerrado en su habitación mirando series mientras ignoraba los mensajes de su novio ya que ese día no había llegado a la universidad.

Inventándole la excusa de que se sentía enfermo y que debía aprenderse la información qué saldrá en su siguiente examen. Aunque sabía que no le creería.

Unos toques a su puerta lo hicieron voltear y levantar la voz con pereza. —Pase.—

Su madre entreabrió la puerta y lo observó con enojo al ver el desorden que mantenía en su habitación. —Hay alguien que te está buscando, aquel chico que trajiste a casa la vez pasada... ¿cómo se llamaba?

Doyoung reaccionó y maldijo en voz baja por saber quien era, respondió:—Su nombre es Taeyong, mamá. No lo dejes pasar.

—Muy tarde jovencito. Ya está esperándote en la sala, y por favor cámbiate la ropa que pareces vagabundo. Échate perfume también. —dijo la señora Kim a su hijo.— En 10 minutos te quiero ver abajo.

Nuevamente ese pensamiento de querer meterse de bajo la tierra y nunca volver a salir.

No podía evitar pensar que está felicidad solo era temporal, pero eso no quitaba el hecho de que me sentía espectacular aún sabiendo que terminaría. Me daba cuenta de mi error y aún así seguía por el camino hacía mi propia destrucción.

Y ahí lo vio en la sala tranquilamente conversando con su madre. Sentía el estómago revuelto por la culpa que cargaba y con solo verle la honesta sonrisa que le daba lo hacía sentir aún peor.

—Doie. —dijo Taeyong, extendiendo sus brazos para así rodearlo con un abrazo cálido. Su madre los observó, despidiéndose de Taeyong y dejándolos solos. El mayor volvió a hablar:— Te extrañe mucho, espero que hayas podido descansar.

—Yo igual te extrañe. —besó sus labios.— Si, ya me siento mejor. Creo que era un simple resfriado.

—Me alegro mucho bebé.

—No era necesario que vinieras hasta mi casa, pero agradezco que estés aquí. —junto su frente con la de Taeyong, obteniendo otro beso y que las manos de este lo acercaran más a su cuerpo.

—Doie, ¿porqué eres tan cortante? No lo mal intérpretes es que pienso constantemente que ha pasado algo y no se que pueda ser.

—¿Crees que me estoy aburriendo de ti?

—Si. —asintió cabizbajo.— Se que suelo ser un poco raro y distraído pero yo te amo mucho. No se te ocurra cambiarme.

Doyoung entrelazó sus manos y luego pasó su mano por el cabello del castaño. —Nunca lo haría Taeyongie. Yo también te amo mucho, mucho. Siempre lo haré.

Quería evitar que te rompieran el corazón, cuando en realidad, lentamente te lo estaba rompiendo yo.

Con el tiempo me di cuenta que es mejor tener las cosas en secreto, así se disfrutan más. Así no hay otros que se metan y la caguen más. Hubiera deseado que su relación con Lee nunca se haya relevado, pues nada de esto estaría sucediendo. Estaría bien, sin la culpa.