Capítulo 4. Esperar un día mas

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Betty se encontraba sumida en sus pensamientos, el día no había sido nada fácil y los regaños e ideas de su papá no le ayudaron en nada. Aunque tuviera nervios y un poco de miedo por la plática pendiente con Armando, prefería mil veces eso que ir a la casa de sus tías, unas mujeres que debido a su edad y a la educación recibida, eran iguales que Don Hermes. Ellas creían que las mujeres deben permanecer en el seno familiar hasta que un hombre se casara con ellas, tener su propio hogar, su propia familia y permanecer con su esposo hasta la muerte. A diferencia de Don Hermes, estas no creían que una mujer debiera de estudiar y prepararse como lo hizo Betty.

En un par de ocasiones les mencionaron a Don Hermes y a Doña Julia que no gastaran tanto dinero en los estudios de Betty, que mejor lo ahorraran para el día que tuvieran que pagar su boda. Don Hermes al principio creía que ellas estaban en lo correcto, pero fue doña Julia quien le hizo entender que el estudio era el mejor legado que le podían dejar a su única hija. Fue así como su papá, decidió darle la mejor educación que pudo, presionándola de una manera exagerada.

Desde que entro a Ecomoda, Betty comenzó a convencerse que no esperaría hasta casarse para salirse de su casa y vivir su vida de la manera que ella quisiera. Es decir como una mujer libre, sin tenerle que rendir cuentas ni pedirle permiso a su padre. Pero por muchas razones esa idea era un poco lejana de lograr. Fue hasta hoy que esa idea le regreso a la mente, tentándola a hacerlo lo más pronto posible. Ella no quería separarse de su madre pero sabía que don Hermes jamás la dejaría de ver como una niña indefensa por lo que el independizarse ya era un hecho.

El sonido del teléfono la saco de esos pensamientos.

- Alo?- contesto al tercer tono.

-Betty, tiene una llamada telefónica de Michel.- Dijo Aura María.

Betty en ese momento recordó que también tenía una plática pendiente con él, después de lo sucedido con Ricardo Montaner, solo supo que Michelle había llegado bien a su hotel.

-Si Aura María, gracias.- contesto Betty

La llamada duro 20 minutos, Betty se disculpó con Michelle por lo sucedido la noche anterior pero más se disculpó por negarse a su oferta. Le agradeció profundamente el haber pensado en ella para el puesto pero le explico que tenía un compromiso con Ecomoda y con los accionistas, por lo que no podía abandonarlo todo de un día para otro. Michelle comprendió y le hizo saber que la propuesta seguiría en pie para cuando ella quisiera, ya fuera unos meses más tarde. Los dos se despidieron ya que el volaba de regreso a Cartagena esa misma tarde y le recordó que cuando ella quisiera podía ir a visitarlo y volver a disfrutar del sol y el mar.

Al término de la llamada, Betty marco a la oficina de Armando, para indicarle que la plática no podía ser ese mismo día, ya que tenía un compromiso.

-¿Don Armando?- su voz sonó nerviosa

-Hola Betty, dígame.- Contesto el emocionado – ¿Ya termino de hablar con su papa?

-Si Don Armando, hace unos minutos que se fue, la razón por la que vino fue para recordarme de un compromiso familiar que tenemos hoy por la tarde, para serle sincera ya lo había olvidado. Por lo que me da mucha pena decirle que me es imposible salir el día de hoy con usted.

- Esta bien Beatriz, aunque debo confesarle que eso me entristece un poco, muero de ganas de hablar con usted.- Dijo en tono desilusionado.

- De verdad lo siento Don Armando, es solo que después del día tan ajetreado que tuvimos, no recordaba este compromiso. Pero créame que yo también quiero escucharlo y si por mi fuera saldría hoy mismo con usted. Pero mi papá no me lo perdonaría. – Trato de explicarle ella.

- ¿Sabe Beatriz? Oírla decir que si quiere escucharme, me ayuda mucho. Sé que ese compromiso no es un pretexto para no hacerlo.- Dijo un poco más aliviado – Ya tengo el sitio para poder platicar, solo me falta confirmar la hora. ¿Le parece mañana a las 05:00 pm? El lugar está a 20 min de aquí por lo que tendríamos que salir de la empresa a más tardar las 16:30.

- Me parece bien Doctor. El día de mañana me da la dirección del lugar y ahí nos vemos.- ella le confirmo.

-Muy bien Beatriz, hoy confirmo la reservación. Que tenga un excelente tarde.

-Igualmente Doctor.

Al terminar la llamada Betty recogió sus cosas y salió de su oficina. Se dirigió a la oficina de Nicolás Mora a quien le indico que ella se retiraba y lo vería mañana a primera hora. Se despidió de las chicas del cuartel y le pidió a Aura María que cancelara las citas que tuviera mañana después de las 04:00 pm. Tomo el Ascensor y se dirigió a su casa.

Cuando Betty llego a casa, sus papás ya estaban listos para salir. Solo la estaban esperando a ella.

- Le dije que la quería temprano, ya es muy tarde. – la regaño Don Hermes.

- Le dije que tenía trabajo papá, salí lo más rápido que pude- mintió Betty recordando que se había detenido en un parque que le gustaba mucho, para pensar y despejar su mente. – Ya solo subo a cambiarme de ropa y bajo.

- Que bueno que se va a cambiar, esa nueva pintita no me gusta nada. Póngase su ropita de antes, así se veía mejor.- Le dijo Don Hermes.

- Deje tranquila a la niña, esta nueva ropita le queda mejor, se ve muy linda y profesional.- Intervino Doña julia - Ande mamita, usted suba y vístase como quiera.

- Deje de ser alcahueta Julia. Que no ve que vamos a ir con las hijas del viejo Lázaro, Betty debe de ir elegante. – La regaño Don Hermes.

- Y esta elegante. Betty se ve muy bien. Y si a esas mujeres no les gusta, ni modo.- Término de decir Doña Julia

Betty subió a su recamara sin escuchar lo que discutían sus padres. Cuando entro vio en la cama la bolsa negra de los recuerdos. Le dio gusto no haberlos tirado la noche anterior. Se apresuró a vestirse y retocarse el maquillaje un poco. La nueva imagen que veía en el espejo le gustaba mucho. Al terminar bajo para irse.

Como se imaginaba la cena fue todo un suplicio, cuando llegaron le sorprendió que sus tías la felicitaran por el cambio de apariencia, pero era porque según ellas eso le iba a ayudar a conseguir marido por fin. Cuando su papá les menciono sobre el éxito que había tenido Ecomoda gracias a Betty, ellas solo le insinuaron que no debía perder tiempo en esas cosas y se apurara a casarse.

A Doña Julia no le gustaba que hablaran así de Betty porque estaba muy orgullosa de su hija, pero las entendía un poco. Ella también había recibido una educación a la "antigüita", donde la mayoría de las mujeres debían dedicarse a su familia y a su hogar, no llevarle la contraria a su esposo y ser la esposa perfecta. Pero a diferencia de su esposo ella quería que su hija fuera como las protagonistas de las novelas y revistas, mujeres independientes, exitosas y felices. Por lo que de una manera respetuosa defendía a su hija.

La cena concluyo y los tres regresaron a casa. Don Hermes había bebido un poco de más por lo que Betty y su mama pudieron aprovechar y platicar hasta la madrugada de todo lo sucedido. Doña Julia estaba muy feliz de que su hija aceptara hablar con Don Armando pero le pidió que fuera cautelosa. Después las dos se fueron a dormir.

Hola a todos.

Sé que prometí no tardar mucho en actualizar, pero estas semanas mi mente y todo mi esfuerzo tuvieron que dedicarse a algo más.

Espero este capítulo les guste y no crean que va lenta la historia.

Para el fin de semana subiré otro capítulo

Chao.

¿Juntos o separados?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora