Cap 34: Esto ya es mucho...

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Paula en multimedia:)
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Gabe: Nada, me parece que es celopata.
TN: No me mientas. Si los vi hablando. Me voy a enojar si no me dices.
Gabe: -suspiró mirando el cielo- Ella vino a buscarme porque quería hablar.
TN: ¿Hablar? ¿O volver a conquistarte? -me crucé de brazos-
Gabe: Ay, no se me ponga celosita.
TN: No son celos, es preocupación.
Gabe: ¿Por mí? 
TN: Si... tu eres mi novio y punto.
Gabe: ¿Crees que te dejaría después de todo lo que hice para tenerte? Es como regalar un diamante comprado en Estados Unidos que haya costado mil millones.
TN: En este caso... ¿yo soy el diamante? ¿O los mil millones? 
Gabe: Obvio que el diamante. -me abrazó por la cintura, pegó sus labios a mi oreja y me susurró- Tu eres mía, y yo seré tuyo, eternamente.

Sonreí y también lo abracé por lo que él me apretó más a él rompiendo los pocos centímetros que quedaban de espacio entre los dos. Mi estómago pegado al suyo y mis piernas a las de él.
Me olvidé completamente de que ahí estaban Seba y Carla. Al mirar hacia al lado los vi entrar a mi casa y cerrar la puerta detrás de estos. Volví a sonreír sabiendo que estábamos Gabe y...

Tasha: ¡Ya verás ****! -volvió hacia nosotros-

Gabe se separó de mí y me puso detrás de él con los brazos extendidos. Ella estaba hecha una furia, casi se le salían los humos. Se paró frente a Gabe a mirarme con el ceño fruncido y la mandíbula apretada.
Me volví algo más atrás chocando con la reja de la cancha, enrede los dedos en esta y me quedé ahí de espaldas.
Tasha se movió a un lado y Gabe también para que no se me acercara. Gruñó fuertemente y fue muy ágil en ese momento que sin darme cuenta ya había plantado sus nudillos en la misma mejilla. Volví a caer al piso de rodillas quedando en 4, por lo que Tasha se puso a mi lado y levantó su pie pegándome en pleno estómago.
Me puse en posición fetal por el dolor que sentía. Gabe tomó a Tasha por el estómago y ella comenzó a patalear, por mala suerte una de sus patadas me llegó en la cara. Sentía como la sangre de mi nariz comenzaba a salir. Era horrible esa sensación. Tasha comenzó a gritar como loca y a tratar de zafarse del agarre de Gabe.
Sentí como él le gritó y ella solo... solo estaba loca. Me quedé unos minutos más tirada en el piso con los ojos cerrados hasta que no sentí más gritos, no más patadas, no más Tasha y no más Gabe. Estaba sola... comencé a llorar por todo lo que había ocurrido. Maldigo el día en que nació Tasha y estoy segura que no me arrepentiré jamás de lo que digo.

Más tarde sentía que alguien se acercó a mí corriendo. Yo todavía estaba llorando pero aún así abrí los ojos un poco para encontrarme con esos ojos color miel de Luci. Lo miré con dolor y pena. Él sólo se hincó junto a mí y me tomó en sus brazos. Yo comencé a llorar contra su pecho. Me metió en un auto en los asientos traseros y él en el asiento del conductor. Yo me apretaba el estómago para que el ardor parara. Sabía que la nariz todavía me sangraba pero no quería sacar mis manos de mi estómago.

Luci: Gabe me llamó y me dijo que te llevara a mi casa para cuidarte un rato. Ya sabes...
TN: Okey... -dije en un hilo de voz-
Luci: ¿Me podrías explicar que pasó? Si quieres ahora o en mi casa...
TN: Casa... -apreté los ojos con fuerza y me quejé por el dolor-
Luci: Claro. -miró por el retrovisor- Hmm.... Gabe me dijo que iba a ir en unos minutos. Dijo que tenia que arreglar unos asuntos.
TN: Lo sé. -balbucee-

Me miró con pena como si fuese una niña huerfana mojada por la lluvia. El auto paró frente una casa grande color verde claro. Por lo que veía tenía 3 pisos y un balcón en el tercero. Luci me tomó en sus brazos y tocó el timbre. Abrió una chica de ojos pardos y el cabello castaño claro como el de Luci.

Luci: Emi, no preguntes nada.
Emi: ¿Y ella quien es?
Luci: Es... una amiga. TN -me miró- ella es mi hermana. No hay tiempo de presentarse, déjame pasar.
Emi: Bien...

Una historia BASTANTE románticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora