Moon Lovers [l.s]

IV. Luna gibosa creciente

"accidentes"

De nuevo, como el día anterior Louis despertó muy temprano para prepararse e ir a trabajar, junto a su padre hizo todo el recorrido al castillo de nuevo y cuando llegó comenzó con sus labores, hoy tenía que ayudar a llevar cajas con la despensa de la semana a las cocinas.

Durante la mañana hizo su trabajo tranquilamente, todo iba muy bien hasta que llegó la hora de su descanso.

Eran cerca de las tres de la tarde así que Louis tenía algo de hambre, su padre le había dicho que en una de las cocinas podía pedir comida y se la darían sin problemas así que decidió que iría a buscar algo, su estómago gruñía y si no comía no tendría fuerza para seguir.

Camino por los enormes pasillos y jardines hasta que llegó a una de las cocinas, claro él no sabía que las cocinas estaban divididas, la cocina principal que era donde preparaban la comida para la familia real, la segunda cocina que era donde se cocinaba en fiestas donde se requería de mucha comida para muchos invitados y la cocina de empleados que era donde comían y preparaban la comida para los empleados del castillo, Louis no tuvo suerte ese día y llegó a la cocina principal.

Louis entro y se sorprendió, no recordaba esa cocina en absoluto y eso que toda la mañana estuvo entrando y saliendo de una de las cocinas, vio que aquí había muchísima comida, quizá más de lo que él podría comer en un año entero, además de que era comida muy cara y fina, dudo si podría tomar algo de ahí más no pudo resistirse a las galletas que estaban en un estante, se estiró un poco para alcanzarlas y una vez las tuvo en sus manos se sentó en una pequeña barra para comer.
Apenas un bocado y creyó estar en el cielo, eran demasiado ricas para ser verdad, tomo otra galleta y la llevo a su boca, sabía que las galletas como tal no eran la comida más sana del mundo, su madre no lo dejaría comer solo eso pero, ahora mismo no estaba su madre así que podía comer unas cuantas.

Louis estaba tan ensimismado en las galletas que no se dió cuenta cuando la puerta de la cocina se abrió y entro alguien hasta que tocaron su hombro y brinco del susto.

—No sabía que los empleados podían comerse mis galletas— hablo Harry mientras veía burlón a Louis que parecía asustado.

Louis miró la caja con las galletas que quedaban y después vio al príncipe.

—Yo, yo lo siento tanto, príncipe, no tenía idea de que estás galletas eran de usted yo le compraré otras si es necesario y...

—No es necesario —Lo interrumpió— En realidad hay muchas cajas de esas y por favor, no hables tan formal conmigo, es incómodo.

Louis lo miro incrédulo, ¿Cómo se suponía que debía hablar con el futuro rey de ese lugar entonces?

—¿Hola?, Sabes creo que sí te afectó el golpe de el otro día, o ¿Tiendes a solo mirar a las personas y no hablar? Eso puede ser frustrante ¿Sabes? Tienes suerte de que yo sea paciente, solo no lo hagas con mi padre, él se enoja cuando hacen eso y también....

—¿También que? No sabía que mi propio hijo hablaba así de mí, ¿Acaso no te enseñe a respetar? — Está vez era el mismísimo rey el que estaba ahí, Louis pudo sentir sus piernas temblar, estaba cerca de personas tan importantes y poderosas que no sabía como actuar así que lo único que hizo fue arrodillarse cómo se supone debía hacerlo con el rey.

—Esta bien muchacho, puedes levantarte— dijo el rey, quedándose mudo en cuanto vio la cara del chico frente a él.

—¿Papá?— dijo Harry mientras veía como su padre parecía palidecer después de ver a el chico— ¿Estás bien?