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Era una noche lluviosa una de las sirvientas de la casa Min no podía dormir, así que bajo a la cocina a tomar un vaso de agua, cuando se escucho como tocan la puerta, la chica corre a la puerta principal, mira por la mirilla pero no ve nadie la beta frunce el labio dudosa y decide abrir la puerta, mira a sus alrededores buscando alguna señal de vida pero no ahí nadie, baja la mirada al oir un pequeño balbuceó sus ojos se abren de par par al ver una canasta con varias cobijas de bebés, la beta se puso de cuclillas quitó una de las cobijas de bebé y pudo un hermoso cachorrito de cabello rubios rizado y ojos color avellana, la beta lo tomo en sus brazos y una sonrisa se dibujo en su labios.
- ohh! ¿Porque te habrá dejado aquí pequeño? - la castaña mira a sus alrededores, para luego mirar al pequeño bebé, la beta toma la canasta y la mete a la casa Min al igual que ella se mete y cierra la puerta principal - ¡No puedo creer que te hayan dejado en la puerta de la casa de señores Min! ¡Pero si eres un hermoso bebé!
Comenzó andar hasta su habitación con el bebé en brazos, abrió la puerta de su habitación se adentró en ella se sentó la cama y coloco con cuidado al pequeño cachorrito en la cama acostado.
- ¿Que más tendrá tu canasta? - la beta comenzó a revisar la canasta donde venía el bebé. - pues no viene nada! - la castaña giro su cabeza para mirar al bebé que seguía acostadito en la cama, el estómago del pequeño rugió provocando que se siente en la cama con sus ojitos se cristalizados y con sus manitas se talle sus ojitos y sus mejillitas regordetas y rosaditas por las lágrimas. - ¡Ay! ¿Que te doy de comer? ¿Cuántos meses tendrás?
La chica con sus labios hace una línea recta pensando, hasta que tiene la idea de ir hacer un biberón, pero el problema es no ahí biberón, la familia Min solo tiene biberones especiales para sus hijos, pero no estaría mal tomar uno para el pequeño ¿No?, Suspiro sonora salió de su habitación casi corriendo hacia la cocina, busco por toda la cocina algún biberón del cachorro de los señores Min, al abrir la estantería sonrió al ver los biberones tomo uno cerró nuevamente la estantería, tomo el bote de leche en polvo y un poco de agua tibia, en el biberón hecho dos onzas de leche en polvo y un poco de agua tibia, puso la tapa y lo meneo hasta que estuvo listo.
Al estar en su habitación tomo al pequeño rubiocito en brazos y le dio el biberón, la castaña volvió a suspirar al notar como el pequeño ya con sus manitas quería tomar el biberón y se notaba que tenía hambre, pero para el solito le iba ser algo pesado el biberón, la beta suspiro mirando con ternura al rizado ella siempre había querido ser madre pero por su problema de ser infértil, no podía tener hijos.
- ¡Muchas gracias diosa luna! - miro hacia la ventana, la lluvia había parado y luz de la luna llena alumbraba su habitación. - ¡Muchas gracias por hacer realidad mi plegarias, de ser mamá! - el pequeño mira la chica, mientras ella le sonríe con ternura. - ¡Ya se cómo te llamaras HongJoong!, Ese será tu nombre Kim HongJoong! - la chica se sentó en la cama y miro a la luna con una sonrisa.
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