—No sé qué haya pasado, pero por favor, no me gusta verte llorar —Draco acarició sus cabellos, escuchándolo sollazar—. Si no quieres hablar de ello todavía, está bien —lo separa de su hombro ligeramente para mirarlo a los ojos—, pero no eres un juguete, no eres mi distracción, ni mucho menos un pasatiempo.
Y Harry le creyó. Algo le incitaba a creerle, quizá su aliento cerca suyo, su calor, y ese sentimiento tan reconfortante de protección. Le encantaba el aroma de Malfoy Draco, era único.
No sabía la razón exacta, pero quería creerle. Necesitaba hacerlo.
—No me mientas, por favor... —dice con pequeñas lágrimas en sus ojitos, tratando de asegurarse de sus palabras—. ¿No lo soy?
Draco con sus dos pulgares limpió algunas de sus lágrimas.
—Por supuesto que no, mi error fue haberte dejado en claro que te deseaba, Harry. Y es cierto, te deseo, como no tienes idea. No me avergüenza decirlo —al escuchar esto, inevitable se sonrojó—. Pero no de la manera tan ruda en la que llegué a confesarlo en su momento. Entiendo que no eres del tipo de persona que estaba acostumbrado. Lo confieso, mi culpa. Y si eso te causó inseguridad... Lo lamento mucho.
Draco quizá desde un inicio había tenido una imagen diferente de Harry, sin embargo nunca había intentado cambiar su forma de coquetear porque así era como la mayoría de gente con la que salía caía. Nunca se esforzó en cambiarlo.
Pero ahora con Harry... Se daba cuenta de lo tierno y puro que podía llegar a ser como para que le confesaran algo tan impuro.
Y eso le causaba... Cierto sentimiento.
—No... Está bien... Yo... Perdóname por todo el drama que armé —Harry relajó su cuerpo y con sus manos temblorosas rodeó su cuello, acariciando sus mechones—. Soy un idiota.
—¿Ahora estás más calmado? ¿Te sientes mejor? —Draco llevó una mano a su cintura y la acarició de arriba abajo, moviendo circularmente su mano.
—Estoy mejor, gracias —suelta una risita, y Draco muere de ternura al ver una sonrisa reluciente. No podía ser cierto que ese hombre fuera realmente lindo con todo lo que hiciera—. Draco... —lo llama en un susurro. Este lo mira, esperando a que prosiguiera.
—¿Qué pasa?
—Cierra los ojos —pide.
—Harry, sí me vas a golpear por algo que ya hablamos, y conmigo en desventaja no creo que-
—¡No, idiota! —frunce el ceño.
Malfoy suelta una carcajada pero aún así obedece, cerrando los ojos. No sabe lo que Harry estaría a punto de hacer pero era divertido ese toque de misterio que le dio al asunto. Estaba completamente tentado a abrirlos, pero dejó que fuese sorpresa. Entonces, Harry completamente seguro de que Draco no los iba abrir, con sus dos manos acaricia su rostro, acercándose lentamente hacia él.
La respiración de Draco se vuelve pesada cuando Harry se acerca a su oído y le susurra:
—No los vayas a abrir todavía.
Draco negó, sintiendo el delgado cuerpo montándose encima de su regazo, instintivamente lleva sus manos a su cintura y lo sujeta de allí para no dejarlo caer. Harry acaricia su rostro con sus dedos, peinando cariñosamente los rebeldes mechones platinados que se colaban por su vista.
—Quiero besarte —confiesa, rozando sus labios con su pulgar. La respiración pesada de Draco le hace ver que está un poco nervioso, pero aún así no se niega al roce, esperando por más.
Harry no se aguanta mucho la tentación y hace lo que su corazón desea. Tomó a Draco de una mejilla y alzó su mentón ligeramente, para finalmente depositar un casto beso en sus labios.
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Who are you in the dark? (Pausada)
ФанфикHarry Potter estaba en problemas. Como el típico empleado distraído que era, todo le salía mal, su sueldo apenas le alcanzaba para cubrir sus necesidades y como si fuera poco, tenía una jefa que lo trataba como asistente personal, secretario, y niñe...